Elecciones 2024
Elecciones 2024

Cuando el presidente de Morena, Mario Delgado, habla de la posibilidad de un fraude electoral el próximo domingo no es porque conozca alguna amenaza creíble, es porque habrá atendido a las encuestas.

Este partido político, convertido en la oficina electoral de la 4T, sólo tiene una orden: mantener la mayoría legislativa para que el presidente Andrés Manuel López Obrador siga disponiendo del Congreso como una simple oficialía de partes para que aprueben cualquier cosa que él quiera.

Y en eso está el Presidente. Hasta el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), cuyo titular hace hasta lo imposible para agradar a López Obrador, ya determinó que la divulgación de propaganda gubernamental que se hace en las mañaneras viola la Constitución. Y no pasa nada.

Sabemos qué va a ocurrir el próximo domingo 6 de junio entre la apertura de las casillas y las seis de la tarde. Ahí, como cada jornada electoral, se habrán de juntar ciudadanos elegidos al azar por el Instituto Nacional Electoral a organizar las casillas electorales, a mantener el desarrollo de la votación y después a escrutar los votos.

Es un hecho que más allá de los impredecibles e indeseables hechos de violencia que pudieran ocurrir en determinadas partes del país, el grueso de la votación será ciudadana, tranquila y confiable.

Lo que no sabemos, porque esa es la ventaja de la democracia, es el resultado de las diferentes competencias electorales, que en el caso federal implicará poder conocer la composición de la Cámara de Diputados para la siguiente legislatura.

Pero hay algo que sí se puede anticipar a partir de la mañana del lunes 7 de junio y en adelante conforme fluyan los resultados. En la medida en que la votación sea desfavorable para la causa del Presidente, en esa medida se materializará el adelanto que hizo hace unos días Mario Delgado de invocar que hubo un fraude electoral.

Y no será solo un airado reclamo de Delgado, allá quien todavía le crea. Será la esencia del discurso desde la tribuna presidencial en las conferencias mañaneras. A mayor retroceso electoral para su causa, mayor estridencia desde Palacio.

Podemos dar por descontado que en ese periodo postelectoral el Presidente seguirá usando la tribuna destinada al jefe de Estado para dirimir los asuntos que sólo competen a su causa electoral, lo que ya es en sí todo un tema.

Lo que sigue es conocer si el camino que elegirá la 4T será el de esperar el pronunciamiento, siempre sospechoso, del TEPJF o se saltan directo al desconocimiento de todo el proceso electoral.

Si tomamos como referencia el indicador financiero favorito del Presidente, el tipo de cambio, esta semana podría ser de altibajos en la cotización peso frente al dólar, lo veremos saltar entre aquellos que quieran tomar posiciones y los que confíen que aquí no pasa nada.

La mañana del lunes 7 de junio hay que ver dos cosas: la mañanera y el tipo de cambio. Ese será un primer termómetro financiero, no sólo de cómo habrá de concluir este actual proceso electoral, sino un adelanto de lo que puede venir para este país en los próximos años en materia político-electoral.

Atentos a las variables
Tipo de cambio

Esta semana podría ser de altibajos en la cotización peso frente al dólar, lo veremos saltar entre aquellos que quieran tomar posiciones y los que confíen que aquí no pasa nada.

Termómetros

Ese será un primer termómetro financiero, no sólo de cómo habrá de concluir este actual proceso electoral, sino un adelanto de lo que puede venir para este país.