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La semana pasada se publicaron las minutas de la última reunión de política monetaria de Banco de México (Banxico), en la cual se incrementó la tasa de interés de referencia en un cuarto de punto para quedar en 8.0%, y el Informe Trimestral de Inflación.

El contenido de las minutas reveló, en la opinión de este columnista, una postura más restrictiva de lo esperado, dejando para más tarde el posible fin del actual ciclo de alzas.

Vale la pena recordar que el actual ciclo de alzas comenzó en diciembre del 2015 y ha llevado la tasa de interés de referencia de 3.0 a 8.0% hasta ahora.

El tono de las minutas deja claro que muy probablemente se lleve a cabo un nuevo incremento en la tasa de fondeo en la reunión de política monetaria de este mes, dejando la tasa en 8.25 por ciento.

Esta postura contrasta con el tono más acomodaticio tomado por la Reserva Federal (Fed) en las últimas intervenciones de los miembros del FOMC, quienes han señalado que la Fed podría estar muy cerca de concluir su ciclo de alzas. Sin embargo, cabe aclarar que la última reunión de política monetaria de Banxico se dio semanas antes de las declaraciones más acomodaticias por parte de la Fed y cuando las tasas de interés de largo plazo en Estados Unidos estaban en sus niveles máximos en casi siete años.

En el momento de la reunión de política monetaria, el escenario base era que la Fed realizaría un incremento en la tasa de descuento en este mes y tres más en el 2019. De entonces a la fecha, la Fed mandó un cambio de señal donde el incremento de este mes podría ser el último o penúltimo en este ciclo de alzas.

La tasa del bono del tesoro a 10 años en Estados Unidos bajó de un máximo de 3.23% el 8 de noviembre a 2.92% al cierre del martes (el miércoles los mercados estuvieron cerrados por el velorio del presidente George H.W. Bush).

A pesar del contraste con el tono más acomodaticio de la Fed, la postura restrictiva de Banxico es consistente con el creciente entorno de incertidumbre que envuelve a nuestro país. Por un lado, el balance de riesgos para la inflación se ha deteriorado y el banco central se vio obligado a revisar al alza sus proyecciones de inflación para el 2019.

En concreto, esta revisión refleja un incremento en la inflación para los tres primeros trimestres del 2019, seguido de una convergencia hacia la parte alta del rango objetivo de 2-4% para el último trimestre del año.

Este deterioro se debe a varios factores, entre los cuales destacan los siguientes: i) la depreciación del tipo de cambio; ii) un mayor traspaso de los incrementos en los precios de los energéticos a otros bienes y servicios, y iii) el posible impacto de la propuesta de la nueva administración para amarrar los incrementos salariales a la inflación.

Adicionalmente, Banxico resaltó una serie de factores externos e internos que podrían presionar la inflación al alza.

Entre los factores externos destacan un posible retraso en la aprobación del nuevo TLCAN, una creciente incertidumbre a nivel global derivada de una escalada en las tensiones comerciales entre Estados Unidos y sus principales socios, y mayor volatilidad en los mercados financieros internacionales.

Por el lado interno, Banxico subrayó posibles presiones en las finanzas públicas y la creciente incertidumbre provocada en los mercados por algunas de las decisiones de políticas públicas de la administración entrante.

En este sentido, Banxico muy probablemente incremente la tasa de fondeo nuevamente en la reunión del 20 de diciembre y mantendrá un sesgo restrictivo apuntando a mayores alzas si el balance de riesgos sigue deteriorándose.