Elecciones 2024
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Ayer, en Palacio Nacional en la reunión de sus gabinetes, el legal y el designado, el presidente constitucional, Enrique Peña Nieto, y el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, forzados por algunas preguntas periodísticas, lograron la confrontación pública de sus respectivas visiones de la República.

Permitieron apreciar dos estilos abismalmente diferentes en su concepción de la gobernanza y hasta en su concepción del periodo mismo de transición. Para el presidente Peña Nieto será una entrega civilizada, como conviene a la República: un relevo republicano y democrático del poder Ejecutivo.

Para el presidente electo, fiel a su ser, el periodo de transición es, con algunas variantes, una innecesaria prolongación de la retórica de la campaña. Ya veremos cuando confronte al México real, a ese México de dura cerviz.

Seguridad, cuidado con los recortes

Es difícil poner objeciones a una política de austeridad, como la propuesta por el próximo gobierno, para reducir gastos superfluos y lograr una mejor priorización de los recursos de los contribuyentes y óptimo aprovechamiento del presupuesto federal.

Pero cuando la “austeridad” se vuelve casi un fetiche en la retórica de quienes formarán parte del próximo gobierno, se corre el riesgo de hacer recortes porque sí y con ello dañar significativamente la eficacia de muchas dependencias.

Eso debe recordar el designado secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, pues si, como afirma, en seguridad reciben “un tiradero”, mal hace con ofrecer recortes en un presupuesto que eventualmente podría ser insuficiente para problema tan grave.

No nos achiquemos por la austeridad

Hay que ser muy ingenuo pare creer aquello de que al próximo gobierno, en materia sindical, le interesa que en cada una de las organizaciones de trabajadores haya democracia interna, pues suena como un eufemismo.

Con ese pretexto no en pocos liderazgos, sobre todo en los sindicatos de las dependencias del Ejecutivo, se propiciará un relevo de todos los dirigentes que no se plieguen a los objetivos del próximo gobierno. No será la primera ni la última ocasión.

Todo el proceso —but of course— será muy democrático, al fin y al cabo, que el término “democrático” ha sido usado y abusado, porque se presta para todo. ¿Acaso la Alemania comunista no se llamaba “república democrática”?

NOTAS EN REMOLINO

Una paradoja que la profesora Elba Esther Gordillo, ahora perseguida política, se diga “traicionada”. Olvidó que, en 1989, ella era directiva del SNTE, encabezado por Carlos Jonguitud Barrios, a quien le debía todo, pero a quien no vaciló en traicionar cuando Carlos Salinas lo destituyó… A tantos que, por ser la nación que somos, con desigualdades y pobreza, quieren vendernos visiones que nos “achican” hasta el ánimo, les deben avisar que México ocupa el lugar 15 entre las 195 economías del mundo… Salvo una sorpresa, difícilmente se firmará el TLCAN a tiempo para cumplir con los plazos legales del Congreso norteamericano. El próximo gobierno parece que ya se resignó a que Ildefonso Guajardo no se queda, por más provocaciones que salgan de Monterrey. Advirtió que no aceptaría recorte salarial de 50 por ciento… Hasta los más optimistas reconocieron que López Obrador no avalará que en Morena se repliquen las conductas rijosas que terminaron por hacer talco al PRD. Nada de sana distancia… Seguro se los dirá a los diputados morenistas con quienes se reunirá el próximo viernes…