Elecciones 2024
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Cuando uno se asusta el rostro emite un montón de cambios en la piel, en los ojos y en la boca. Cambiamos porque algo nos ha sorprendido y nos ha trastocado la tranquilidad que hacía unos segundos sentíamos.

El lenguaje corporal también debe de leerse y una fotografía siempre ayuda para observar con mayor detenimiento todas esas micro expresiones faciales que en tiempo real, es muy común no verlas.

Se dice que en la primer parte del cuerpo en donde se refleja nuestro miedo, es en el rostro. Las cejas se levantan un poco, marcamos el entrecejo, los labios se abren un poco, y de pronto la piel pareciera que recibió un jalón hacia atrás.

Después viene la postura, en donde es más claro darnos cuenta que algo pasa, porque los músculos se ponen tensos y comenzamos a mover nuestras extremidades en señal de protección.

Creamos una barrera imaginaria de contención y de límites por nosotros mismos, como si así nos sintiéramos más resguardados.

La fotografía que hoy les comparto es del fotoperiodista Johis Alarcón, quien actualmente publica para el diario NYTimes desde Ecuador.

Esta señora que sale a la calle, porque recién se ha declarado emergencia sanitaria en Ecuador, se le muestra, en primer lugar, sorprendida por el lente de Johis, como toda persona que se encuentra con un fotógrafo por las calles y las cámaras tan grandes siempre los deja un poquito extrañados.

La señora vestida de café, con el tapabocas colocado equivocadamente dejando su nariz al descubierto, muestra el rosto rígido, su entrecejo de extrañeza, de nerviosismo, de enojo y de preocupación.

Su postura mientras camina, sin contar que su edad la lleva a tener un ligero encorvamiento, sus brazos al frente, con las manos puestas una sobre la otra, simulando a ese escudo imaginario en señal de defensa y protección, que nos hace sentir mejo.

Su mirada fija, también es un reflejo del temor, de que allí alrededor hay alguien que amenaza, y no solo es un fotógrafo desconocido que decide pararse frente a ti a fotografiarte.

El miedo como una sensación de sentir peligro, de estar frente a una delgada línea sin protección en donde podemos caer fácilmente o podemos ser atacados por cualquier presa feroz.

Pareciera que los escaparates de las calles, encuadran el miedo que la gente percibe por el contagio del covid19, y no se diga más los adultos mayores, quienes saben que son vulnerables a las enfermedades y sobre todo a este.

El miedo nos paraliza, siempre. Pareciera que detenemos al resto del cuerpo y de los sentidos para solo dejar avanzar por los poros al temor y actuar en protección, estimulados para escapar en cualquier momento.

Pero eso también cansa, agota.

Este retrato elegí compartírselo, porque quizá así nos vemos en el espejo de los escaparates de la calle, cuando salimos a caminar pensando que no nos va a pasar nada y que no tememos, pero en realidad, en el interior, sí tememos.

Son sensaciones normales para nuestra especie, el miedo como reactor.

Felicito desde acá a todos los fotoperiodistas que han continuado saliendo a las calles a documentar lo que pasa, sabiendo el riesgo de un posible contagio, pero es también a lo que me refiero, el miedo también nos acciona a hacer, no solo a protegernos dentro de casa.

Esto también es parte de reinventarnos, hasta donde nuestros límites de salud no lo permita.

El escaparate del miedo - johis-alarcon
Foto: Instagram: @Johis.Alarcon