Elecciones 2024
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Con ese afán de sentirse el creador original, supone que la historia comenzó el día que ganó las elecciones cuando, efectivamente, el mercado bursátil despuntó.

El presidente de Estados Unidos está urgido de triunfos, de distracciones, de lo que sea y de donde venga con tal de poder sacar un poco la cabeza del lodazal político en el que se ha metido.

Si ya midió bien las consecuencias seguro que no utilizará la salida de Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte como una medalla en el pecho, porque los daños locales que provocaría se medirían en billones de dólares.

Y como Donald Trump sabe de construir campos de golf, pero no del desempeño de los mercados bursátiles, ha decidido ponerse debajo de una roca muy pesada que pende de un cordón delgado: el mercado bursátil.

Lo ha dicho en algunos discursos, pero es en Twitter donde ha plasmado sus ideas sobre el comportamiento bursátil para tener fácil acceso cuando la cosa cambie.

A través de esa red social que utiliza como arma de destrucción masiva, Donald Trump se jacta de los niveles alcanzados por el mercado bursátil. De hecho, no había definido cuál era su referencia en medio de todos los indicadores que tiene en Estados Unidos el “mercado bursátil”.

Finalmente, ahora que el índice industrial Dow Jones (DJI) ronda en 22,000 puntos es que nos enteramos de que ése es el indicador que Trump sigue del comportamiento bursátil.

Su argumento es que antes de ganar la presidencia el DJI estaba por debajo de 18,000 puntos, pero que su maravillosa presidencia, la mejor a su entender sólo detrás de Lincoln, ha logrado un boom bursátil impresionante.

Claro que hay clientes para su mercadotecnia de venderse como el que logró mejoras de dos dígitos en los rendimientos bursátiles, pero lo que realmente está haciendo Donald Trump es apartar el lugar de las responsabilidades al momento de que venga una regresión en el precio de las acciones.

Con ese afán de sentirse el creador original, supone que la historia comenzó el día que ganó las elecciones cuando, efectivamente, el mercado bursátil estadounidense tuvo un despunte muy notable.

De entrada no ha visto la película completa del comportamiento del DJI y el resto de los indicadores que están en constante crecimiento desde la salida de la gran recesión en el 2009.

Y parece no entender que el boom que ve en los mercados se puede adjudicar a sus promesas de campaña, no a sus hechos de gobierno. Prometió un programa de salud más barato, una reforma fiscal con grandes incentivos, creación de infraestructura por billones de dólares, desregulación y libertinaje para las operaciones financieras. Y hasta ahora nada de nada.

Fue el propio Trump el que advirtió que los precios de las acciones estaban muy inflados en épocas de Barack Obama. Fue el republicano el que advirtió que había peligro de una caída abrupta.

Cambió su visión no por el aumento en el ritmo económico o por algún otro indicador, porque ninguno coincide con el ritmo de expansión bursátil. Cree que todo irá muy bien por una sencilla razón: porque él es el presidente de Estados Unidos.