Elecciones 2024
Elecciones 2024

El inicio de las audiencias del juicio político contra Donald Trump le está resultando mejor a los demócratas que el fiasco de la comparecencia del fiscal especial Mueller. Los testimonios han sido directos y potencialmente dañinos para el presidente. Con todo, la gran pregunta se mantiene: ¿tendrá el proceso de impeachment algún efecto en las elecciones presidenciales del próximo año?

Las opiniones que respaldan el inicio del proceso aumentaron tras conocerse que Trump había pedido ayuda al gobierno de Ucrania para encontrar información que incriminara al hijo de Joe Biden. Según el promedio de encuestas de FiveThirtyEight, si antes de ese escándalo 53 por ciento de los estadunidenses desaprobaba el juicio político y 35% lo apoyaba, ahora la situación es justo al revés, con una mayoría a favor.

Aun así, habría que interpretar con cautela ese vuelco de opinión pública. Para comenzar, de acuerdo con la encuesta de YouGov de noviembre, son más las personas que piensan que el juicio político es una distracción, que las que lo consideran un tema serio o crítico. Como era de esperarse, casi todos los republicanos sostienen que simplemente es una distracción, pero una mayoría de electores independientes opina lo mismo.

Además, si bien la mayoría de los encuestados piensa que el presidente Trump ha manejado mal el proceso (56%), también son más quienes desaprueban el comportamiento de los demócratas (52%). Otra vez las posiciones se determinan por identidades partidistas, con los independientes divididos por mitad.

Por ello, a pesar de que ahora predominan los que piensan que debe seguirse el proceso de impeachment, la opinión sobre Trump no varía desde hace semanas. Mantiene la aprobación de poco más de 40% de los electores, gracias a la entrega casi unánime de los republicanos que lo sostienen pese a todo.

En el contexto de una economía que marcha bien, los demócratas no la tienen fácil. Casi dos terceras partes de los votantes admiten tener posiciones definidas sobre un juicio político, que no han minado el apoyo al presidente. Con una opinión pública tan polarizada, la batalla se definirá, no tanto por la conquista de nuevos electores, sino por la movilización de los ya convencidos.