Elecciones 2024
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La gastronomía mexicana tiene excelentes propuestas culinarias que nos distinguen como uno de los países más ricos en cuanto a variedad de platillos. Entre las cocinas que destacan se encuentra indudablemente, la veracruzana, donde últimamente se ha destacado un afamado chef llamado Dante Delgado Rannauro, quien se está especializando en preparar recetas a base de desperdicios y basura. La verdad es que no es muy recomendable ingerir los platillos que salen de sus cazuelas, pero vieran que de pronto hay uno que otro incauto que se traga todo lo que prepara.

INGREDIENTES:

– 1 kilo de carne de cañón de exalcalde del año (la cosecha 2010 es la mejor)

– ½ kilo de ejotes perredistas (para que truenen a la hora de la hora)

– ½ kilo de tomate rojo de la huerta de “El Señor de las Ligas”

– 2 chiles poblanos… o colimenses

– 1 cebolla Petra muy pequeña que llore, llore, llore y llore

– 2 dientes de ajo de expectación

– 2 tazas de caldo (puede ser del mismo con el que se coció la carne o comprarlo en polvo en Walmart)

– ½ de (me importa) un comino de la alacena de Carlos Navarrete

– ½ cucharadita de sal Morena

PREPARACIÓN:

Coloca la carne en una olla con agua para cubrir. Tapa la olla y cuece la carne a fuego lento y cuando esté a punto de ebullición, justo en el momento en el que se ponga el sol (azteca) y no haya posibilidad de conseguir una pluri, destapa la olla y saca la carne de exalcalde del año para desmenuzarla. 

Aunque esté suave, te darás cuenta por su olor que ya estará un poquito pasada. En este punto los ejotes los oje… ¡no, sólo los ejotes! ya deben estar bien suavizados y escurridos, los puedes partir por la mitad con un cuchillo pero lo cierto es que solitos se van a dividir en tiras bien largas. Hay que pelar el tomate y sacarle todas las ligas… ¡perdón!, las semillas y picarlo en cuadritos, al igual que los chiles colimenses, que estarán muy verdes pero que en el fondo no pican nadita. 

También hay que cortarlos en tiras para ver lo que verdaderamente tienen por dentro (N-A-D-A). La cebolla y el ajo, como en casi todos los platillos, sólo dan un sabor más o menos especial, pero no tienen ningún nutriente que valga la pena. Todos estos ingredientes se pondrán en una sartén grande y desportillada con manteca perredista o aceite de Movimiento Ciudadano, se van a freír durante unos cuantos días, pero hay que moverlos con frecuencia para que no se queden pegados. 

En unos cuantos minutos esta cocción comenzará a soltar una especie de caldo o agua que no es más que un putrefacto lixiviado(*) que le dará un sabor jarocho al platillo. Antes de servir se aconseja quitarle este horrible líquido para no causarle indigestión a los comensales.

Se puede comer en tacos, en tostadas o en falsas promesas.

¡Mal apetito!

(*)Fluido químico que brota de la basura comprimida

Contacto.- www.lapoliticamedarisa.mx

Twitter.- @yalessandrini1