Elecciones 2024
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Los secretarios de Estado son designados por el Presidente a su arbitrio para que se encarguen de los despachos bajo su institucional, exclusiva y personal responsabilidad. Ningún integrante del gabinete puede irse por la libre. Todo lo que diga y haga en materia de política pública lo hace “el gobierno” del jefe del Ejecutivo federal en turno.

Eso precisamente hizo el miércoles el titular de Hacienda, Arturo Herrera. En lenguaje coloquial, “el gobierno entregó al Congreso de la Unión sus Precriterios Generales de Política Económica 2021”, en los que se avizoran agudos problemas como consecuencia de la pandemia… y desinflan las optimistas expectativas (pre y poscoronavirus) de Andrés Manuel López Obrador.

No sorprende ya lo preocupante del panorama (las previsiones para todo el mundo son peores), pero escandaliza enterarse que el jefe de jefes no tuviera idea de su contenido: “No sé exactamente lo que esté planteando Hacienda. No he visto lo que propusieron, lo voy a revisar, pero sí les digo que estoy optimista”, comentó.

Y se fue de largo: “Ahora tampoco coincido. Para empezar, no existe normalidad económica. Por razones obvias, todo está alterado. Yo, por ejemplo, sostengo que el precio del petróleo va a aumentar. Si hacemos un pronóstico para lo que va a suceder en el 21, porque así es, son pronósticos para el 21 cuando estamos en el primer trimestre del 20, pues no se me hace correcto”.

¿O sea que su secretario hizo algo incorrecto? ¿AMLO ignoraba que los precriterios debían entregarse, porque así lo mandata la ley? ¿También que Hacienda cumplió hasta el último día que tenía de plazo? ¿Herrera no lo previno? ¿Hizo lo que se le antojó?

Quizá en la agenda presidencial no hubo espacio ni para una breve charla entre subordinado y jefe. ¿Pero sí para saludar a la mamá de El Chapo (inimaginables Bush, Obama o Trump teniendo un gesto parecido con la madre de Osama Bin Laden), o por fin tomarse la temperatura, mas no para platicar con un cuadro clave de su gobierno sobre algo tan importante como que la economía nacional está en apuros descomunales?

El Presidente descalificó a su secretario de Hacienda como si éste hubiera presentado al Congreso un pronóstico del clima o deportivo. Del anterior que tuvo en el cargo (maestro de Herrera), Carlos Urzúa, prescindió, porque le detectó un repugnante tufo “neoliberal”. ¿Quiere un tercer secretario en esa dependencia? ¿Despedirá a Herrera porque pronostica para este año un decrecimiento de casi 4 por ciento, o en el más optimista escenario, un imperceptible “crecimiento” de 0.1 por ciento?

Así como de la baraja de la muerte a que llevan investigaciones y especulaciones a propósito del covid-19, ¿López Obrador concibe a Herrera entre los “zopilotes” a que también ayer se refirió?

Se dice que nadie le renuncia a un Presidente. ¿Arturo Herrera se atreverá? ¿Digirió ya que sus precriterios lo dejaron en el campo de los “adversarios” de una “guerra” personal sin “tregua…”?