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Señoras y señores, se cumple un año de la extradición de Emilio Lozoya, sí, el exdirector de Pemex que a pesar de ser un delincuente confeso, no ha pisado la cárcel desde su llegada a México y hasta se dio el lujo de presentar una denuncia plagada de inconsistencias y falsedades.

El caso Lozoya es tan oscuro como el chapopote. Hoy sabemos que un juez federal aplazó, por tercera vez, las audiencias en las que se determinará si va a juicio por presuntos sobornos u obtendrá la suspensión temporal de los procesos en su contra gracias al criterio de oportunidad que negoció con la FGR.

El exfuncionario busca información bancaria de Suiza y Alemania para que lo ayude en los casos Odebrecht y Agronitrogenados porque el año pasado presentó una denuncia SIN pruebas.

Lo malo de hablar sin pruebas es que te tragas las palabras y a veces te atragantas y eso es justo lo que le pasó a Lozoya, quien acusó a 17 personas por presuntos sobornos y sólo el exsenador panista Jorge Luis Lavalle se encuentra en prisión.

En mis columnas he evidenciado las imprecisiones y falsedades de la denuncia. Por ejemplo, Lozoya relató: “cuando a Braskem/Odebrecht se le confirmó la continuidad con respecto al contrato de Etileno XXI, comenzó a dar dinero en efectivo, recuerdo que fueron aproximadamente 84 millones de pesos para ser entregados a los legisladores que indicaban Luis Videgaray y Enrique Peña Nieto. El dinero era entregado por Luis de Meneses Weyll”.

Peeero, en ninguna parte de las declaraciones rendidas, tanto ante el Fiscal General de Brasil como ante los Ministerios Públicos de la FGR de México, Luis de Meneses Weyll señala a Etileno XXI, ni entregas de dinero a nadie, sólo 10.5 millones de dólares dados a Lozoya en dos periodos.

Ojo, Odebrecht declaró que no entregó efectivo en ninguna parte del mundo, siempre lo hacía en depósitos en cuentas. Súmenle que Luis de Meneses Weyll ratificó públicamente que NO reconoce los 84 mdp de los que habló Lozoya.

Si ustedes son creyentes verán cómo el exdirector de Pemex pudo multiplicar los 10.5 mdd y si no es creyente, sólo saque su calculadora y sume porque él dijo que le alcanzó para el financiamiento de la campaña de EPN, la aprobación y compra de votos de la reforma energética, para comprar su casa, pagar las deudas de Etileno XXI, etcétera, etcétera.

¡Ah! y documentalmente aparecen en las cuentas bancarias tanto de Latin American Asia como de Zecapan sólo nueve millones 101 mil 351 dólares, ¿y el resto?

El señor también señaló que las entregas de dinero a legisladores del PAN iniciaron el 11 de diciembre de 2013, cuando la reforma ya había sido aprobada.

Añadió que “existen acuses de recibo y video de una de las entregas (de dinero)”. El video que mañosamente fue filtrado a los medios de comunicación al otro día de que el presidente López Obrador solicitó que se hicieran públicos, no dura más de cinco minutos, no tiene fecha y no se identifica quién entrega y quién recibe. Es una prueba que jurídicamente resulta ilícita.

Y la cereza del pastel: Lozoya dijo que Videgaray le pidió que del dinero de los presuntos sobornos me comprara una bolsa Chanel de cinco mil dólares. He demostrado, yo sí con pruebas en mano, que en 2013 y 2014, Chanel no existía en Polanco, donde dice que me compró el regalo.

Lo demandé por daño moral y presenté 71 columnas que escribí en Reforma durante el sexenio de EPN que evidencian que nunca fui una prensa a favor. Lozoya mintió para dañarme por haber hecho mi trabajo y exhibir sus tropelías.

Veremos con qué sale en las audiencias de agosto, si no le dan otra prórroga. Por cierto ¿alguien sabe dónde está Emilio Lozoya y si ya se recuperó de la anemia y sus problemas sensibles en el esófago?

La columna de Lourdes Mendoza Peñaloza se publicó originalmente en Eje Central.

Lourdes Mendoza Peñaloza es una periodista mexicana especializada en finanzas, política y sociales, con más de 20 años de experiencia en medios electrónicos, impresos, radio y televisión.