Si está perdido en esto que escribo, de verdad urge que se ponga al corriente de lo que implica el uso del análisis morfológico, sintáctico, semántico y pragmático del que hoy son capaces los modelos de Inteligencia Artificial
Desde que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) dio a conocer su decisión de política monetaria, la semana pasada, en la que decidió hacer una pausa en los incrementos de su tasa de referencia, pero con la advertencia de programar dos incrementos más en lo que resta de este año, la realidad es que los mercados no creyeron del todo ese discurso.
Un banco central de la importancia de la Fed tiene que ser firme y creíble en su discurso, porque de esa manera, entre otras cosas, puede evitar movimientos más drásticos en sus diferentes instrumentos de política monetaria. Si la amenaza alcanza, para qué subir más la tasa, por ejemplo.
Pero ahora, después de la percepción generalizada de que los índices inflacionarios en Estados Unidos claramente han marcado una tendencia a la baja. Tanto la inflación general como la inflación subyacente, empiezan a creer que Jerome Powell, presidente de la Fed, y el resto del Comité de Mercado Abierto de la Fed han optado por dejar expuesto el petate del muerto sólo para espantar un poco al mercado.
La Fed dice que el nivel actual de la tasa de 5.25% es una pausa camino hacia una tasa final del ciclo alcista en torno a 5.50% – 5.75 por ciento. Pero los analistas creen y apuestan a que el punto actual es la tasa terminal de esta etapa restrictiva de la política monetaria.
La discusión todavía no es por cuánto tiempo se mantendrá alta la tasa de interés, el punto de debate es si la Fed y Powell realmente dicen la verdad cuando hablan de futuros incrementos durante los próximos seis meses o bien están blofeando para asentar eventuales olas especulativas en los mercados.
Durante años, todos leen y vuelven a leer el comunicado para encontrar las claves secretas, expertos en lenguaje no verbal ponen atención a la conferencia de prensa del presidente de la Fed para notar ese pequeño guiño que lo contradiga.
Pero hoy las cosas han cambiado y como una ilustración de qué tanto este es otro mundo, el grupo financiero Banorte nos regala una joya.
El área de Análisis Económico y Financiero de este grupo mexicano ha sometido durante algún tiempo a las herramientas de inteligencia artificial (IA) los comunicados de política monetaria de la Fed, para que a través de técnicas de Procesamiento de Lenguaje Natural analice la semántica de los textos que emite el banco central estadounidense.
Si está perdido en esto que escribo, de verdad urge que se ponga al corriente de lo que implica el uso del análisis morfológico, sintáctico, semántico y pragmático del que hoy son capaces los modelos de Inteligencia Artificial.
Bueno, Banorte sometió a ese proceso de machine learning al más reciente comunicado de la Fed y encontró que se perdió la congruencia que existía entre el lenguaje utilizado en los anuncios de política monetaria previos y su publicación más reciente. La IA encontró el truco.
Entonces, la lectura es que el nivel actual de 5.25% sí podría ser ya una tasa terminal, por más que quieran decir lo contrario y que Jerome Powell tenga perfectamente bien ensayada su famosa poker face.