Elecciones 2024
Elecciones 2024

Nadie se viste de rojo a excepción que sepas que algo bueno sucederá en el evento, o bien porque tienes claro que llamar la atención es el principal objetivo y sabes que lo lograrás.

El rojo como un color apasionante, aguerrido y arriesgado que alerta a nuestro cerebro que lo tenemos que mirar. No todos lo usan porque se sabe el poder de atracción que puede tener y porque al final de cuentas la ropa y el cómo la usamos, también comunica.

El día de hoy los integrantes del Movimiento de Regeneración Nacional, o sea del partido MORENA llevó a cabo un evento para celebrar los tres años de aquél triunfo tan añorado, deseado y obsesionado por Andrés Manuel López Obrador.

La sede fue el Auditorio Nacional de la Ciudad de México, un recinto grande que también fue testigo de un festival de música que amenizó la fiesta que solo quienes integran al movimiento pudieron disfrutar.

Mario Delgado como presidente del partido, encabezó las palabras y el evento completo, pero quien se llevó las miradas y las escenas fue sin duda, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.

Sheinbaum, quien siempre ha sido una de las mujeres en la política mexicana más recatada a la hora de vestirse, quien suele usar colores opacos u oscuros, y muy pocas veces falda, decidió hacer la excepción porque sabía y tiene claro que va por todo.

Falda y saco rojo, combinando a la perfección con su cubre bocas. El rojo como peligro, ambición, fortaleza, poder y pasión. Un color peligroso que grita a toda costa y ante cualquier mirada “Mírame bien”.

El evento no solo fue para glorificar su líder o hablar de un país que nosotros los mexicanos desconocemos, sino para destapar las intenciones que desde Palacio Nacional tienen para el siguiente sexenio.

La misma mujer que olvidó por completo la tragedia en la escuela Enrique Rébsamen en donde murieron 19 pequeños en el temblor del 19 de septiembre del 2017 o el reciente accidente de la Línea 12.

La mujer que ha defendido a capa y espada las acciones del presidente, y quien se ha mostrado ante los capitalinos como una mujer totalmente fría y muy lejana a la empatía con quienes perdieron a sus familias o resultaron afectados en tan solo estos dos incidentes, hoy se para frente a sus amigos y enemigos dentro del partido para declararse orgullosa y feliz de ser ella quien escale en la pelea del poder para continuar la 4T.

Líderes morenistas como los gobernadores de Chiapas, Veracruz, Tabasco, secretarios del Gobierno Federal y gobernadores electos de las elecciones del mes pasado estuvieron presente vitoreando a quien subiera al estrado.

Para ellos sí tuvo ganas y actitud de presentar su gusto, y eso es lamentable verlo en quien se ha colocado siempre detrás de un micrófono para solo deshacerse las culpas.

Pero volviendo a la foto, vemos a una mujer que así como tuvo la decisión y valentía de vestirse de rojo, con los brazos al aire, las manos totalmente abiertas como señal de triunfo y de que está por alcanzarlo todo, está sola.

Sola en la decisión pactada, sin mucho apoyo de sus “compañeros” de partido, porque al final de cuentas la que está ganando el poder para seguir avanzando es solo ella.

En la foto vemos al propio presidente del partido, Mario Delgado quien ni siquiera es para voltearla a ver , porque seguramente estaba más dolido por el abucheo que recibió al tomar el micrófono.

Ni se diga del gobernador de Tabasco Adán Augusto, quien tampoco la mira y su postura de desgano es altamente visible. Incluso por allí circula otra foto en donde le “levanta” la mano en señal de victoria a Sheinbaum pero la hace más de a fuerza y con el menor esfuerzo.

Sin contar que después del evento su primer declaración fue que aún faltaba mucho tiempo para las elecciones del 2024 como para nombrar o pensar que Claudia Sheinbaum se perfilara como la candidata oficial.

La mujer que desconozco quién es al fondo a la izquierda le lanza una mirada que la deja ver que, amiga no es y no se diga de Layda Sansores quien aplaude, pero mira hacia abajo, en señal de desacuerdo, desaprobación y sobre todo de desinterés.

Ni siquiera el gobernador electo de Sinaloa, le aplaude también con gusto y celebración.

Es decir, podrá haberse ido de rojo, haber levantado las manos y expresado la emoción por saberse aceptada y señalada de manera positiva para recibir las llaves de Palacio Nacional para el 2024, pero en realidad se encuentra sola en medio de un partido lleno de chapulines que han ido brinque y brinque solo por mantenerse en el poder, y no por crear una verdadera alianza de ideales y de trabajar por un mejor país.

Va sola de aquí al 2024.

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