Elecciones 2024
Elecciones 2024

Julio ha sido un mes particularmente turbulento para América Latina. Paso a paso, acto tras acto, golpe a golpe observamos con impotencia el creciente deterioro del Estado de Derecho y de la calidad de la democracia en varios de nuestros países.

HAITI
Ya venía atravesando una grave crisis política. La isla está sumida en un caos debido al magnicidio del expresidente Moise. En este contexto no está claro si las elecciones generales previstas para setiembre podrán llevarse a cabo.

GUATEMALA
El MP liderado por Consuelo Porras destituyó ilegítimamente al exfiscal Juan Francisco Sandoval, quien se convierte en una nueva víctima del pacto de corruptos, después de Claudia Paz y Paz, Thelma Aldana y la expulsión de CICIG) y debe abandonar al país para no arriesgar su vida.

NICARAGUA
El presidente Daniel Ortega continua “cazando” opositores con total impunidad y Nicaragua va camino a unas elecciones totalmente ilegitimas.

En pleno proceso de verificación detuvo recientemente al séptimo precandidato presidencial Noel Vidaurre y al periodista Jaime Arellano.

CUBA
El régimen cubano reprimió brutalmente las manifestaciones del pasado 11 de julio y días subsiguientes, frente a la firme condena de numerosos países y organismos internacionales y la increíble solidaridad de varios países latinoamericanos, incluido México y Argentina.

VENEZUELA
Nicolás Maduro sigue combinando detenciones con ofertas de diálogo para, de cara a las elecciones regionales de noviembre, seguir ganando tiempo, dividir cada vez más a la oposición (sin perjuicio de la responsabilidad que a esta le cabe) y continuar acumulando ilegítimamente poder.

LA FRAGMENTACIÓN DE LA OEA Y LA PROPUESTA MEXICANA
En este complejo contexto regional, con una OEA fragmentada y debilitada, y en el marco de la reunión de cancilleres de la CELAC, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, acaba de proponer reemplazar a la OEA por otra organización sin los EE.UU. para poner fin a la hegemonía norteamericana.

Las democracias latinoamericanas viven uno de sus momentos más críticos y peligrosos desde el inicio de la tercera ola, mientras los mecanismos regionales para su defensa están seriamente debilitados.

Como nunca el destino está en nuestras manos. No hay tiempo que perder.