La Fed también revisó su proyección de crecimiento del PIB para este año de 0.4 a 1.0% mientras que redujo la de desempleo de 4.5 a 4.1 por ciento
Ayer 14 de junio, miércoles, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) concluyó su cuarta reunión de política monetaria, dejando la tasa de interés de referencia sin cambios y en el rango de 5.0-5.25 por ciento.
Aunque la pausa estaba totalmente descontada por el mercado, la atención estaba centrada sobre el contenido del comunicado, el tono de la conferencia de prensa de Jay Powell, y la actualización de los pronósticos macroeconómicos que se publica de manera trimestral, con especial énfasis en la gráfica de puntos (dot plot) que refleja la expectativa futura (forward guidance) para la tasa de fondeo de los integrantes del Comité de Mercado Abierto de la Fed (FOMC, por su sigla en inglés).
En su comunicado de prensa, la Fed señaló que la actividad económica continúa expandiéndose, aunque a un ritmo modesto, mientras que la creación de empleo sigue siendo robusta y la inflación se mantiene en niveles elevados y lejos del objetivo de la Fed.
Adicionalmente, el comunicado subraya que la salud del sistema bancario es sólida a pesar del impacto del alza en tasas en la situación de liquidez y solvencia en algunos bancos regionales.
No obstante, la Fed destacó el endurecimiento en las condiciones de otorgamiento de crédito derivada del alza en tasas y de un menor dinamismo en la oferta de crédito por parte de los bancos regionales, reconociendo que esta situación tendrá un impacto negativo sobre la actividad económica, cuya magnitud todavía no se puede dimensionar adecuadamente.
En este contexto y tomando en cuenta que la política monetaria suele tener un impacto rezagado sobre la economía, la Fed optó por mantener la tasa sin cambios, comprando tiempo para ver el desempeño oportuno de las principales variables macroeconómicas.
Sin embargo, la publicación de nuevos estimados macroeconómicos reveló que la Fed esta lista para prolongar el ciclo alcista después de esta pausa. En concreto, el dot plot denota que la Fed podría realizar dos incrementos adicionales de un cuarto de punto cada uno en lo que resta de este 2023.
La mediana de expectativas de los miembros del FOMC para la tasa de fondeo al cierre de este año se incrementó de 5.1% en las proyecciones de marzo a 5.6%, mientras que para el cierre del 2024 la mediana aumentó de 4.3 a 4.6 por ciento.
Sin embargo, el mercado no parece haberle creído mucho al forward guidance de la Fed ya que el mercado de futuros de tasa para cierre de año tuvo cambios menores.
La probabilidad implícita de que la tasa aumente en un cuarto de punto en la siguiente reunión de política monetaria (programada para el 26 de julio) subió de 60% antes del anuncio a 64.5% después de la publicación del nuevo dot plot.
Asimismo, la probabilidad de que la tasa cierre el año con un solo incremento de un cuarto de punto se mantuvo en 40%, mientras que la probabilidad de que la tasa cierre en el nivel actual también se mantuvo cerca de 40 por ciento.
Los cambios de expectativa en tasas, reflejados en el dot plot, están directamente ligados a una revisión al alza por parte de la Fed en el pronóstico de inflación subyacente para el cierre de este año a 3.9%, desde 3.6% en marzo.
Por otro lado, la Fed también revisó su proyección de crecimiento del PIB para este año de 0.4 a 1.0% mientras que redujo la de desempleo de 4.5 a 4.1 por ciento.
Claramente, la Fed está más preocupada por la inflación que por el crecimiento económico y el empleo. Si la evidencia en los próximos meses sigue apuntando a un ritmo de descenso en la inflación lento y una economía y un mercado laboral más resistentes de lo anticipado, la Fed se verá obligada a cumplir con por lo menos un incremento adicional en la tasa de fondeo.
El mercado parece por fin haber entendido que el escenario de recortes en la tasa de fondeo para esta segunda mitad del año era muy poco probable.