Elecciones 2024
Elecciones 2024

Hace cuatro meses, Ricardo Monreal tenía certeza sobre los integrantes de su bancada que dejarían sus curules en el 2021. Una docena buscarían ser candidatos a las gubernaturas de sus respectivas entidades —las excepciones eran Campeche, Querétaro y San Luis Potosí—, pero sólo la mitad cumplía con los estándares de rentabilidad electoral que impondría Morena.

Esa sexteta incluía a Miguel Ángel Navarro Quintero, en Nayarit; Rubén Rocha, en Sinaloa; Félix Salgado Macedonio, en Guerrero; Cruz Pérez Cárdenas, en Chihuahua; Cristóbal Arias, en Michoacán; y Gerardo Novelo Osuna, en Baja California. El líder de la bancada morenista en la Cámara Alta hablaba con fundamento en las encuestas, pero sobre todo, con el conocimiento de la correlación de fuerzas entre las distintas facciones al interior del partido gobiernista.

Las senadoras Imelda Castro, de Sinaloa, y Nestora Salgado, de Guerrero, no cejaron en sus empeños por alcanzar la nominación, a pesar de las condiciones adversas. Su colega de Tlaxcala, Ana Lilia Rivera era la única que contaba abiertamente con el respaldo monrealista pero había claridad de que la exalcaldesa Lorena Cuéllar estaba mejor posicionada… aunque hubiera acusaciones en su contra, por presuntos malos manejos durante su gestión como coordinadora estatal de los programas federales.

La revisión de esos “expedientes negros” y la medición final, con los aspirantes más fuertes en cada una de las 15 entidades federativas que elegirán gobernador el próximo 6 de junio, quedó a cargo de Mario Delgado. Para Michoacán y Guerrero, el nuevo presidente nacional de Morena decidió incluir en las encuestas al senador Germán Martínez y al exalcalde de Acapulco, Luis Walton.

Otras encuestas habían evidenciado que ambos personajes son competitivos. Y los respaldos que concitan entre amplios sectores de sus respectivas entidades resultan evidentes. No obstante, Martínez Cásarez decidió no inscribirse en el proceso interno de Morena para elegir a los coordinadores estatales de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación. Una objeción de conciencia que, empero, no lo hizo desaparecer de la prospectiva electoral.

Esta semana el legislador michoacano presentó su informe de labores en la Ciudad de México y a raíz de un videomensaje y de recientes expresiones suyas en su tierra natal, algunos líderes sociales que participan en Sí por México llevaron su nombre a la mesa de candidaturas. La ruptura en Morena abriría paso a una tercera vía, luego de que Cristóbal Arias aceptara la candidatura de Fuerza Social por México. Justo cuando empezaban estas negociaciones, en Quiroga —la tierra del legislador morenista—, Carlos Herrera comenzaba su precampaña por la gubernatura.

El exsecretario del gobierno de Silvano Aureoles y exalcalde de Zitácuaro obtendría sin problemas la candidatura del frente opositor. Germán Martínez no tomó esa ruta. Y Arias rompió con la dirigencia morenista, después de que Mario Delgado ignorara los estudios que ubicaban al parlamentario con mejores expectativas que el alcalde de Morelia, Raúl Morón. Un buen posicionamiento no necesariamente se traduciría en rentabilidad electoral… sobre todo si los implicados son susceptibles a episodios escandalosos.

Respaldado en un cúmulo de encuestas, el senador michoacano apostó por la negociación… y se equivocó. Félix Salgado Macedonio corrió por la ruta de la confrontación y logró la nominación, sin romper con Morena.

En Guerrero, comenzarán las campañas por la gubernatura el próximo 5 de marzo. Y muchos creen que la sensatez finalmente hará que Salgado Macedonio se retire de la contienda. Pablo Amílcar Sandoval tendrá que definir si acepta integrarse a las listas para San Lázaro o atiende la sugerencia de la dirigencia morenista de competir por Acapulco. Mientras, el exsenador Luis Walton valora opciones, incluso ser bateador emergente.

Estadísticamente no había diferencias entre Walton y Salgado, en el posicionamiento. Y en el saldo de opinión, el exalcalde de Convergencia salía mejor librado que su opositor.

A esa historia le faltan capítulos definitorios. Por lo pronto, el presidente Andrés Manuel López Obrador pasará este fin de semana en tierras guerrerenses. Y la candidatura de Salgado Macedonio será una molesta constante durante su estancia.

Efectos secundarios

¿CABALLO DE TROYA? Una lucha fratricida podría darse en Hidalgo, si los hermanos Juan de Dios y Adolfo Pontigo Loyola son candidatos a diputados federales. El primero, actual secretario ejecutivo del Consejo de Seguridad estatal, por el PRI; y el segundo, rector de la UAEH, por Morena. Una curul (y el consabido fuero) serían un bálsamo para el funcionario universitario, luego de un bienio de alarido, en el que tuvo que afrontar denuncias penales —por presunto lavado de dinero— y quejas ante las autoridades electorales. En el fondo, el pleito entre el gobernador Omar Fayad Meneses y el expresidente del patronato de la Universidad, Gerardo Sosa Castelán, en el que intervino la UIF y la Secretaría de Gobernación… y Pontigo Loyola —lamentan los morenistas hidalguenses— parece haber tomado partido, después de haber visitado el Palacio de Covián.

La instrucción presidencial es tajante: liberar los recursos que permitan a esa casa de estudios pagar las pensiones del personal académico y acabar con los cacicazgos. Para Fayad Meneses, el único interlocutor válido es el rector y que las instancias jurisdiccionales resuelvas la situación de Sosa Castelán, quien está confinado en Almoloya. El funcionario universitario no estaría inmiscuido en las indagatorias por presunto lavado de dinero que llevó a la cárcel a Sosa Castelán, por lo que sería elegible… y dejaría la institución universitaria en otras manos.

LIMPIOS. Sin hacer caso a las críticas por recurrir a la subcontratación, la Presidencia de la República convocó a una licitación para asignar el contrato de limpieza de las oficinas del Ejecutivo federal, que fue asignado a Industria de la Construcción & Proyecto Vial, una firma de origen tabasqueño que no había recibido contratos con entidades federales en los anteriores dos sexenios. Su fortuna cambió en el 2019, cuando se convirtió en proveedora del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria, por 14 millones de pesos; y en el 2020 sumó otros cinco por un acumulado de 45.8 millones de pesos con el INAPAM y Segob, entre las entidades requirentes.

@aguirre_alberto