Elecciones 2024
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Hasta ahora, Joe Biden ha podido iniciar la formación de su gobierno y continuar con los planes para su administración sin necesidad de que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, lo felicite.

Sin la bendición de la 4T, el virtual presidente electo de Estados Unidos ha logrado mandar el mensaje de todos los cambios que vienen para su país y para la relación de su nación con el mundo.

Claro, cuando Donald Trump insiste en llamar al desconocimiento de los resultados electorales, aun después de los conteos en la mayoría de los estados en disputa, hace muy conveniente que los países aliados tengan un guiño con quien ganó la presidencia de Estados Unidos.

No es bueno para México estar en el bando de Bolsonaro y Putin, sobre todo cuando hasta el presidente chino, Xi Jinping, se ha sumado al sentido común de la cordialidad diplomática.

Puede, pues, Joe Biden seguir adelante con sus planes de asumir el poder sin la felicitación del presidente mexicano. Es más, una vez que la 4T se digne a otorgar el reconocimiento al demócrata, es muy probable que uno de los primeros gestos del próximo Presidente de Estados Unidos sea extender la mano a nuestro país para generar una buena relación bilateral. Sólo que esa relación tendrá que ser una afortunada relación institucional.

El mensaje del próximo presidente de Estados Unidos es muy claro, su país va a regresar a la cabecera del liderazgo mundial. Los espacios perdidos por la impericia y mesianismo de su todavía presidente serán recobrados, empezando por restaurar las relaciones con los aliados estadounidenses.

México no será el vecino a quien se le insulta, pero se le concede en una negociación vía el yerno del Presidente.

En la parte alta de la agenda del próximo gobierno estadounidense estarán los temas ambientales. El mismo día uno de la administración de Biden, Estados Unidos regresará al Acuerdo de París y hará de los temas ecológicos un eje de su relación con el mundo.

Y ahí es donde México se apunta a tener más diferencias con el próximo gobierno de la Casa Blanca.

La política retrógrada de la 4T en materia energética encontró una zona de confort en la relación con Donald Trump, porque al final tenían el mismo enfoque de privilegiar energías poco eficientes y sucias con tal de beneficiar a sus productores locales.

Sólo que el gobierno de México en ese afán de privilegiar los combustibles fósiles y las tecnologías obsoletas y poco productivas de Pemex y la Comisión Federal de Electricidad, afectó intereses de empresas energéticas de Estados Unidos.

Además, hay que sumar la larga lista de temas que ya son complicados en la relación bilateral, como migración, narcotráfico o el cumplimiento de las reglas del nuevo acuerdo comercial de América del Norte.

Estados Unidos recupera la vida institucional y las mejores prácticas de gobierno y el contraste que eso hará con la manera de conducir a México habrá de generar tensión en la relación bilateral.

Estados Unidos buscará recobrar liderazgo

  • El mensaje del próximo Presidente de Estados Unidos es muy claro, su país va a regresar a la cabecera del liderazgo mundial. Los espacios perdidos por la impericia y mesianismo de su todavía Presidente serán recobrados, empezando por restaurar las relaciones con los aliados estadounidenses.
  • En la parte alta de la agenda del próximo gobierno estadounidense estarán los temas ambientales. El mismo día uno de la administración de Biden, Estados Unidos regresará al Acuerdo de París y hará de los temas ecológicos un eje de su relación con el mundo.
  • La política retrógrada de la 4T en materia energética encontró una zona de confort en la relación con Donald Trump, porque al final tenían el mismo enfoque de privilegiar energías poco eficientes y sucias con tal de beneficiar a sus productores locales.
  • El gobierno de México en ese afán de privilegiar los combustibles fósiles y las tecnologías obsoletas y poco productivas de Pemex y la Comisión Federal de Electricidad, afectó intereses de empresas energéticas de los Estados Unidos.