Elecciones 2024
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El pasado martes me reuní con mi amigo Andrés para comentar los resultados de los comicios celebrados el domingo. Para empezar me dio su punto de vista sobre mi narración de lo acontecido el domingo en los comicios del Estado de México. No debiste titular tu columna como “Crónica de una jornada electoral” -dijo-, podrías haberle puesto un encabezado más acorde con el contenido, algo así como: “Breve historia de una meada”, o tal vez ser menos directo pero más fino, por ejemplo -me sugirió con la sonrisa de burla contenida-: “Micción imposible”. Es que te la bañaste, compañero. Mucho ruido y pocas nueces. No mames, perdiste la mañana y parte de la tarde en visitar cuatro casillas y en buscar un lugar donde desaguar la vejiga. Y lo peor, de los lugares que visitaste no narraste nada de importancia. Hubieras polemizado con la señora esa del INE estatal que no permitía a la encuestadora de salida hacer preguntas a los votantes pretextando que el voto era secreto. Debiste de haber polemizado con ella hasta hacerle ver su aberración aunque sólo de eso hubiera tratado tu artículo. ¿A quién le interesa que te hayas comido tres tacos de mixiote acompañados con un litro de agua de limón con chía? Por eso te dieron ganas de hacer pipí.

En eso llegó Paco, el mesero de siempre, con lo que ya habíamos pedido. ¿Qué pasa? -preguntó mientras nos servía-. Aquí el bardo -así se refiere Andrés a mi persona cuando se pone burlón- que se aventó un litro de agua de limón con chía y eso es altamente diurético. Deje lo diurético -opina Paco de salida-, las ganas que dan de orinar.

Nos reímos de lo dicho por nuestro mesero de confianza, cuya ignorancia lo lleva a decir múltiples pendejadas. Únicamente sabe de futbol y sacar 15% de las cuentas -según él, la mínima propina que sus servicios merecen-.

Aproveché la distensión para comentarle a mi amigo que según los resultados del PREP, en el Estado de México, el PRI ganó, haiga sido como haiga sido. Yo no diría eso. Mira, te voy a demostrar cómo tal vez los números digan que el PRI ganó pero el sentido común dice que perdió la democracia -expresó mientras sacaba de su portafolios una tableta que conectó a Internet, y contactó la página del PREP, con el 97.7934 de las actas contabilizadas-. Estarás de acuerdo -aseveró- con que hasta este momento estos son los resultados “oficiales” -marcó comillas con sus dedos-. Falta ver qué pasa durante la semana porque de que Morena va a impugnar va a impugnar. Pero como dijo Videgaray: vamos al grano:

El padrón electoral del Estado de México consta de 11,313,282 personas, de las cuales, se presentaron a votar 5,798,557, que, según el Instituto Electoral del Estado de México, son 52.4964% de los electores potenciales. Los 5,798,557 votos se dividieron de la siguiente manera -de menor a mayor-: Votos por candidatos no registrados: 7,641, el 0.1317%. Votos por Óscar González del PT: 62,643, el 1.0803%. Votos para la independiente María Teresa Castell: 123,324, el 2.1268%. Votos nulos: 176,168, el 3.081%. Votos para Josefina Vázquez Mota del PAN: 654,681, que es el 11.2904%. Votos para Juan Zepeda del PRD: 1,031,791, que son el 17.7939%. Votos para Delfina Gómez de Morena: 1,786,962, que hacen un porcentaje de 30.8173. Votos para Alfredo del Mazo de la coalición PRI, Partido Verde, Nueva Alianza y Partido Encuentro Social: 1,955,347, que dan el 33.7212% de los participantes en los comicios.

Ahora vamos a desglosar el 33.7212% de los votos de la coalición, hasta este momento y según el PREP, ganadora. El PRI, por sí solo, obtuvo 1,729,049 votos, que son el 29.8186%. Lo que significa que si el PRI no hubiera ido coaligado a la chiquillada que se le pegó no le gana a Morena. Por su parte los chiquillos contribuyeron al triunfo del licenciado Del Mazo así: Partido Verde con 72,844 votos, el 1.2562%; Partido Nueva Alianza le entró con 52,321 votos, equivalente al 0.9023%, y el Partido Encuentro Social obtuvo 39,705 votos, que hacen el 0.6847%. Aquí Andrés me hizo notar que los chiquillos perdieron su registro, sin embargo, algo le van a sacar a papá PRI.

Pero, adonde quiero llegar -me explica Andrés, dueño de la situación- es a lo siguiente: el 33.7212% que obtuvo Alfredo III corresponde al 17.6372% del total de los empadronados. ¿Tú crees que con el voto de apenas un poquito más del 17% de los ciudadanos de una entidad es democrático gobernar? Con esto se demuestra la necesidad de la segunda vuelta electoral.

Sí -afirmo convencido- se necesita una segunda vuelta.

Paco, el mesero, merodea por ahí: ¿Ahora de qué discuten?

Nada -le informo-, ahora estamos de acuerdo en que haya segunda vuelta.

Ah, yo opino lo mismo -dice el de la filipina-, ya basta del clausura y del apertura. Estoy seguro de que nadie se acuerda de quién fue campeón hace tres liguillas.

Nota Importante: Todas las cifras fueron sacadas de la página del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM). Si las sumas no corresponden con los totales, no es culpa del autor ni de su amigo Andrés.

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