Elecciones 2024
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Para Arturo Herrera, saliente secretario de Hacienda, la justicia y la gracia para que permaneciera un mes más en el cargo después de anunciado su relevo. Para Irma Eréndira Sandoval, el despido a secas.

Las formas de López Obrador dejaron claro que la secretaria de la Función Pública ya le resultaba insostenible. Quizá no la despidió antes para no darle la razón a los que habían adelantado su salida.

Pero en el caso del secretario de Hacienda y Crédito Público, las cosas son muy diferentes. De entrada, saldrá del gabinete para irse postulado a un cargo donde, todos así lo esperamos, ya no tendrá que aceptar cualquier capricho presidencial como hasta ahora.

Porque una vez que se cumpla con el requisito de ser aprobado por el Senado, Arturo Herrera arrancará el 2022 como gobernador del autónomo Banco de México. Lo cual debe darle una enorme paz intelectual al todavía secretario.

Hay una buena razón para que Herrera se quede algunas semanas más en su puesto. Los días 9 y 10 de julio se llevará a cabo la reunión de ministros de economía y finanzas del grupo de las 20 economías más desarrolladas del mundo (G20) en Venecia, Italia.

Y aunque Venecia bien vale una prórroga en el cargo, la realidad es que ese encuentro va a ser de gran importancia por un tema fiscal que empieza a cobrar fuerza entre los países desarrollados y también entre economías emergentes.

El llamado Impuesto Mínimo Global, que tendría una tasa de 15%, según lo acordaron las economías más grandes del mundo reunidas en el G7, podría alcanzar un consenso en Venecia en esas fechas.

Este es un importante debate global inspirado en las grandes empresas que logran estrategias fiscales muy agresivas y dejan de pagar miles de millones de dólares en impuestos. Pero al mismo tiempo, muchos países, como México, tendrán que buscar la forma de explicar a sus contribuyentes que habrá algunos que habrán cumplido con el fisco con sólo pagar 15% de sus ingresos.

Como sea, la experiencia del próximo secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, está más en los asuntos de la iniciativa privada que en estos ambientes de funcionarios públicos.

Además, Ramírez de la O debe estar muy ocupado haciéndose el espacio necesario para ser un secretario de Hacienda que no sólo cumpla con los caprichos del Presidente en materia presupuestal.

Es una gran incógnita saber quién tendrá mayor ascendencia sobre el presidente López Obrador: el grupo de la secretaria de Energía, Rocío Nahle, el director de Pemex, Octavio Romero y de paso hasta Manuel Bartlett, desde la CFE o el nuevo secretario de Hacienda. La única respuesta segura es que no hay espacio para los dos bandos al momento de pensar en hacer políticas públicas coherentes.

Y también, no debió pasar desapercibido para Ramírez de la O que, tras su designación, la jefa del Servicio de Administración Tributaria, Raquel Buenrostro, se apresuró a decir que la famosa reforma fiscal será una miscelánea que acompañará al Paquete Económico del 2022 y de paso ya delineó su contenido. Así que el próximo secretario de Hacienda tiene trabajo abriéndose cancha en la 4T.