Elecciones 2024
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La combinación entre la seriedad con la que Estados Unidos empieza a tomar el control de la pandemia de Covid-19 y la irresponsabilidad que prevalece en México para enfrentar la enfermedad acabará por afectar, más, el desempeño de la economía.

No hay otra prioridad en este inicio de la administración de Joe Biden que frenar la pandemia. Las limitantes que tendrán que enfrentar aquellos que lleguen del extranjero en avión a su territorio, podrían extenderse a los que cruzan por vía terrestre, básicamente desde México.

Porque si bien, en el papel, la frontera entre México y Estados Unidos está cerrada en la vía terrestre, en la práctica, son miles de personas las que cruzan todos los días por cuestiones económicas.

Basta con que se pida una de esas caras pruebas de detección del SARS-CoV-2 y que se exija una cuarentena para todos, para que la actividad fronteriza se colapse por completo.

Estas medidas implican una traba adicional para la recuperación económica. Lo cual es secundario ante la prioridad de salvar vidas en el país que encabeza la lista de casos y muertes por la Covid-19.

Y de este lado de la frontera, con el manejo tan negligente de la pandemia, muchas entidades regresaron al confinamiento y al cierre de actividades económicas.

Este viernes vamos a conocer el primer dato del Producto Interno Bruto (PIB) al cierre del 2020. Y más allá de ver qué tan cercana estará la caída a 9%, lo que hay que observar con mucho detenimiento son los datos correspondientes a diciembre.

El regreso al confinamiento de la Ciudad de México y el Estado de México a partir del 18 de diciembre pasado tuvo, sin lugar a duda, un impacto negativo en las mediciones económicas.

Ahí está como primer acercamiento al nuevo paro económico, la información sobre el empleo y la desocupación del último mes del año pasado.

Como ahora le gustan mucho a la 4T las formas que toman las curvas del comportamiento del PIB, es un hecho que no veremos la “V” que augura el presidente López Obrador, sino una “W”, lo que implicaría que la magra recuperación que se había logrado hasta noviembre pasado, decline hacia un decrecimiento en diciembre y enero.

Otra estrategia que puede retrasar la recuperación de la economía mexicana es la determinación del nuevo gobierno de La Casa Blanca de aplicar 100 millones de dosis de las vacunas contra el coronavirus durante los 100 primeros días de la actual administración.

La producción de vacunas es claramente insuficiente para cubrir la demanda mundial y es evidente que los países desarrollados van a cumplir con la profecía de la Organización Mundial de la Salud de llevar al mundo a una catástrofe moral por el acaparamiento de las vacunas por parte de los países más ricos.

La estrategia de vacunación del gobierno mexicano no tiene ni pies ni cabeza desde el momento que se le da prioridad a los promotores electorales del grupo político del Presidente sobre miles de trabajadores sanitarios que no han recibido ni siquiera la primera dosis.

Y más allá de este desastre del enfoque electorero de la estrategia de vacunación, lo que faltará por largo tiempo serán, precisamente, las vacunas suficientes.