En el Tribunal Electoral se acumularon una veintena de demandas de juicios para la protección de los derechos políticos. Entre los quejosos están Alfaro, Rojas Díaz-Durán y Yeidckol Polevnsky
Han pasado dos meses de la expiración del interinato de Alfonso Ramírez Cuéllar en el partido oficialista. Y quedan otras tres semanas para que sea electa la nueva dirigencia, según el mandato judicial que irremediablemente definirá el destino del partido-movimiento.
Pero el pasado 31 de julio, la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia revocó la convocatoria al Congreso Nacional y 72 horas después, el CEN interino emitió una nueva, cuyos plazos y formatos no podrán cumplirse, mientras persista la contingencia sanitaria por el Covid-19.
El plazo fatal vence el próximo lunes 31 de agosto y para no incurrir en desacato, la directiva provisional emitió una nueva convocatoria para el Congreso Nacional electivo, dentro de dos semanas. Previamente, tendrían que elegirse los delegados a ese cónclave en los 300 distritos electorales pero las disposiciones sanitarias impiden reuniones masivas, por lo que el evento ya se da por cancelado…
Ramírez Cuéllar quedaría al frente de Morena mientras siga el semáforo epidemiológico en naranja… A menos que nuevamente algún militante de la organización acuda al Tribunal Electoral para insistir en el cumplimiento del Estatuto partidista y las sentencias del Tribunal Electoral. Una –que data de hace 10 meses– establece que mientras no exista un padrón confiable, la renovación era improcedente.
Los magistrados electorales concedieron un plazo de 90 días al CEN –que entonces encabezaba Yeidckol Polevnsky– para depurar el padrón. En sesión extraordinaria, los consejeros partidistas decidieron nombrar al presidente interino y cumplir con el mandato judicial, que no es otro que concluir con la elección de la nueva directiva a más tardar el 26 de mayo. El presidente y el secretario general, definieron, tendrían que ser seleccionados mediante una encuesta abierta.
Agotados los plazos y sin que Ramírez Cuéllar hubiera convocado a la nueva elección, Oswaldo Alfaro Montoya –en su calidad de militante fundador del partido– nuevamente acudió ante el Tribunal Electoral para promover un incidente de inejecución de sentencia, que el pasado miércoles 5 fue resuelto por los magistrados de la Sala Superior.
Desde el año pasado, Alfaro Montoya acudió al órgano jurisdiccional para reclamar el derecho de los morenistas a elegir democráticamente a sus dirigentes. Entonces era secretario de Estudios y Proyectos del CEN partidista y las facciones ultras de la organización lo identifican –junto con Norman F. Pearl, exintegrante de la CBHJ– como operador de Polevnsky.