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Con el otorgamiento de un quinto amparo a favor del cultivo y el uso recreativo de la mariguana, la Suprema Corte sentó jurisprudencia la semana pasada para que se legisle en ese sentido.

El quinto amparo fue recibido con entusiasmo por la ministra en retiro Sánchez Cordero, quien, en su calidad de senadora y de inminente secretaria de Gobernación, fue un paso más allá: hasta el compromiso de legalización plena.

“No podría ser de otra manera”, dijo Sánchez Cordero. “Nosotros vamos caminando hacia allá, hacia precisamente la regularización del uso no solamente medicinal de la mariguana, sino del uso recreativo o recreacional de la mariguana. Nosotros vamos a caminar en la normativa que pueda implicar ya la producción, la comercialización y la distribución de la mariguana”. (Proceso, 1 noviembre 2018). A la canadiense.

La mariguana es la menos dañina de las drogas conocidas. Su consumo no es inocuo. Es particularmente tóxico entre menores de edad, cuyo cerebro está en desarrollo, pero es absurdo ubicarla, por sus efectos médicos y sociales, en el lugar donde está: como par de las drogas más tóxicas y adictivas del mundo.

La mariguana es menos tóxica y adictiva que el alcohol y el tabaco, drogas permitidas. Sus consecuencias médicas y sociales son también mucho menores.

El mayor daño que la mariguana causa a la sociedad es haberla tratado como una sustancia de alto peligro. Esto ha producido en México una epidemia carcelaria. En su estudio sobre el tema, http://bit.ly/1kNIDRJ, Catalina Pérez Correa reunió datos impresionantes:

Según la PGR, entre 2006 y 2014 fueron detenidas en México 156 mil personas por consumo de mariguana (pese a que el consumo no está prohibido, lo permite la Ley General de Salud, en dosis no mayores de 5 gramos).

En 2013 fueron detenidos en la Ciudad de México 3 mil personas acusadas de delitos contra la salud, todas vinculadas a posesión o consumo de mariguana.

La prohibición de la mariguana produce más daños, más infelicidad y a la larga más crímenes y más criminales que el consumo de la sustancia.

Bienvenida, por eso, su legalización.