Elecciones 2024
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De horror tiene que haber sido, para la izquierda instruida que le sirvió al presidente de tonta útil para su asalto a la democracia, escuchar como éste llamó “cónclave de la derecha” la reunión de 650 escritores de 45 países, en la FIL de Guadalajara.

Sí, de espanto, tiene que haber sido para decenas y decenas de personas vinculadas a las letras y que le facilitaron la llegada al poder: porque no es sólo que las desprecie de palabra, es que les quitó los apoyos gubernamentales para hacer cine, literatura, arte…

Ajá, de miedo tiene que ser, el ver cómo en eso se parece cada día más a Daniel Ortega, quien cerró la Academia Nicaragüense de la Lengua, con lo cual canceló la cultura, la música y la creatividad en el país de Rubén Darío, Ernesto Cardenal, Sergio Ramírez, los hermanos Mejía Godoy.

Cierto, aún no llegan a eso, pero el 15 de mayo de 2019, este gobierno abrió el Palacio de Bellas Artes para la fiesta de 50 años del líder de la iglesia evangélica La Luz del Mundo, quien días después cayó en Estados Unidos por 34 cargos de abuso de menores.

Vamos, este gobierno hasta prestó la Orquesta Sinfónica de la Secretaría de Marina-Armada de México, que le interpretó al hoy encarcelado, Naasón Joaquín, su melodía favorita, El guardián del espejo.

Es imposible conocer más sobre aquella fiesta, porque el gobierno clasificó como reservada por cinco años toda información relativa al préstamo del recinto cultural más importante de México, el cual nunca antes se había usado para emitir mensajes religiosos.

Pero el presidente no oculta su desprecio por el conocimiento, como al designar a la actual secretaria de Educación: “Es una gente de absoluta confianza”. Esto, aun cuando México es el peor evaluado en Educación, entre los 36 países que integran la OCDE.

Lo dice sin tapujos, como ayer con la FIL de Guadalajara:

“Para irnos entendiendo mejor: quienes están graduados en universidades del extranjero y tienen doctorados, son deshonestos, y a nosotros lo que más nos importa es la honestidad”.

Pero, gobernar con base en la ignorancia, no es invento mexicano. Es la escuela de Hugo Chávez, continuada por Maduro, Ortega, Evo Morales, el kircherismo y Pedro Castillo, con un pastiche de menciones a Dios, a chamanes, a Lenin y a próceres locales.

Ortega cerró 14 universidades, 319 ONGs, periódicos y expatriado a centenares de intelectuales. Y, por ejemplo, en solidaridad con Ortega y Maduro, el presidente mexicano se ausentó a la pasada la Cumbre de las Américas.

El desprecio al nivel de instrucción es una manera de gobernar, no es una ocurrencia matutina.

Porque la ignorancia es un invaluable capital electoral: oro molido.