Incluso, Segalmex metió en una financiera privada 12 mil 806 millones de pesos destinados a comprar leche, frijol, arroz, maíz y trigo para los más pobres
En Segalmex se esfumaron 15 mil millones de pesos, durante la dirección de un amigo del presidente, el cual fue removido del cargo para uno mejor, en la Secretaría de Gobernación, muy cerca del secretario y precandidato presidencial de Morena.
Se perdió ese dinero, sin más consecuencia que la promoción a un puesto en Segob de su exdirector, Ignacio Ovalle; aun cuando es el doble de lo atribuido por este gobierno al desfalco conocido como la Estafa Maestra, en el gobierno pasado.
Peor, peor aún: en Segalmex se roban 15 mil millones de pesos, pero esa es la cantidad que el presidente le regatea al INE en el Presupuesto Federal, porque dice que la democracia es muy cara, y es mejor que su gente organice las elecciones y cuente los votos.
Vamos, hasta el deporte favorito del presidente, es mejor tratado, proporcionalmente, que la democracia: del Presupuesto de 8 billones para 2023, 14 mil millones van al INE, una suma que ni siquiera es un quinto de un por ciento del Presupuesto.
Aunque el caso de Segalmex no es sólo corrupción: tiene implicaciones en política exterior; hizo negocios con un prestanombres del dictador Nicolás Maduro, en un entramado que violó el embargo petrolero de Estados Unidos a Venezuela.
Según el gobierno estadounidense, Alex Saab (testaferro de Maduro) se desempeñó como fuente confidencial de la DEA, cuando hizo compras a Segalmex por 64 millones de dólares y los envió a Maduro, quien los vendió a sobreprecio.
Ahora, también aquí el desfalco en Segalmex es un problema, al menos en el papel, pues el gobierno lo puede arrumbar y no pasar nada. Sin embargo, según la Auditoria Superior de la Federación es desfalco oficial es 15 mil 300 millones de pesos.
Como sea, lo de la ASF puede ser menos que un llamado a misa, porque un hermano del auditor superior trabajó en Segalmex, mientras la ASF auditaba el desvío multimillonario. Estaba a las ordenes de Ignacio Ovalle. O sea, todo queda en casa, como en las mejores familias.
Pero el descaro no les quita nadie. Por ejemplo, el año pasado Segalmex desvió 245 millones de pesos a una empresa que no tiene empleados ante el IMSS y que está registrada como Micro Credit SAPI de CV. Un desparpajo alucinante.
Lo curioso es que esta Estafa Maestra de la actual administración daña a los mexicanos más pobres, porque la empresa fue creada para abastecer de alimentos a los sectores más desprotegidos, bajo el eslogan de Primero los Pobres.
Incluso, Segalmex metió en una financiera privada 12 mil 806 millones de pesos destinados a comprar leche, frijol, arroz, maíz y trigo para los más pobres.
Sí: un desparpajo alucinante.