Elecciones 2024
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El resultado de la votación sobre la reforma eléctrica de Andrés Manuel López Obrador es un ejemplo de que el diseño institucional del Congreso le garantiza a México que el equilibrio de poderes sea una realidad que exprese y defienda el respeto a la diversidad de pensamiento por la que varias generaciones de mexicanos han luchado durante décadas.

Se puede estar de acuerdo o no en cualquier tema, pero en los asuntos fundamentales, los constitucionales, hay candados que hacen que sea la voluntad de la sociedad y no la presidencial la que se imponga, como sufrió el país durante las décadas de priato.

Las reglas con las que con el empuje de la oposición de izquierda y derecha se desconstruyó el México priista  durante los últimos 50 años han dado como resultado instituciones sólidas que son el referente de la estabilidad política que hoy tenemos.

La conformación del Congreso con sus legisladores plurinominales es el seguro que le permite al país tener una representación democrática de todos los sectores que le dé equilibrio real frente al Poder Ejecutivo.

El resultado del debate de la reforma eléctrica, bien dicho está, es un triunfo democrático. Sin duda debe ampliarse la discusión sobre el tema pues hay argumentos válidos de parte del gobierno de la Cuarta Transformación y de la iniciativa privada sobre la necesidad de establecer reglas justas para ese sector y toda legislación es perfectible.

Pero esta votación en la Cámara de Diputados es un ejemplo de la importancia y atención qué hay que tener a los próximos debates legislativos, porque el próximo encontronazo será el de la reforma política que busca López Obrador para reducir el Congreso y desmontar al Instituto Nacional Electoral.

Por lo que se ve, Morena y la Presidencia pondrán todos sus recursos para modificar la legislación política y regresar a México a la época en que el Congreso era controlado por un solo partido y regresar el control de las elecciones al gobierno.

Es increíble que sea desde un partido como Morena que tiene en sus filas a políticos que vienen de la izquierda surgida del Partido Comunista y el Movimiento Estudiantil de 1968 se esté planteando el desmonte de las instituciones democráticas resultado de la oposición al sistema autoritario priista.

Hoy Morena, el presidente y la oposición tienen una deuda pendiente con México, porque no se ve en sus agendas como objetivo la construcción de los necesarios acuerdos para poder dar paso a un México moderno y próspero.

Sólo tenemos ante nosotros una confrontación entre un proyecto regresivo disfrazado de transformación y otro que tampoco ofrece más que más de lo mismo. Lo que viene es de dar miedo.