Elecciones 2024
Elecciones 2024

El pasado martes, se llevaron a cabo las elecciones intermedias en Estados Unidos, en las que estaban en juego 6,665 cargos de elección popular, entre los que destacan la renovación total de la Cámara de Representantes, un tercio de los escaños en el Senado, 36 gubernaturas estatales y 99 legislaturas locales.

Sin restar importancia a las contiendas estatales, el enfoque principal de los mercados estaba en los resultados de las elecciones para la Cámara de Representantes y el Senado. Prácticamente todas las encuestas pronosticaban el resultado observado: el control de la Cámara de Representantes pasó del Partido Republicano al Partido Demócrata y el Senado se mantuvo con mayoría republicana. Sin embargo, el mercado ha reaccionado de manera positiva al resultado, ya que existía cierta posibilidad de que el Partido Republicano también perdiera la Cámara de Senadores.

Aunque la división de poderes augura una mayor parálisis legislativa, dicha parálisis no necesariamente es mala noticia para los mercados. La parálisis quiere decir que no habrá cambios sustantivos en la política económica que ha favorecido el desempeño de los mercados en los últimos dos años. Los mercados están contentos con gran parte de las políticas económicas impulsadas por la administración Trump, empezando por los recortes de impuestos y los esfuerzos por desregular ciertas industrias entre las que destaca la de servicios financieros.

Aunque el mercado está nervioso y a disgusto con las decisiones proteccionistas de política comercial de la administración Trump (que hasta ahora son facultad del ejecutivo y no han sido disputadas por el Congreso), la derrota en la Cámara de Representantes podría convencer a Trump de que tarde o temprano, y sin duda antes de que empiece su campaña de reelección a finales del 2019, debe buscar una resolución satisfactoria a las disputas con China y otros socios comerciales. En conclusión, los resultados de la elección han sido tomados por los mercados como un evento positivo, donde no habrá cambios significativos en la política económica.

Por otro lado, vale la pena destacar algunos datos interesantes de la elección. El número de participantes fue el más alto en la historia para una elección intermedia, con 114 millones de votos para la Cámara de Representantes y el Senado, un incremento de 37% con respecto a la elección intermedia del 2014. La cifra total de votantes se acerca incluso a la de algunas elecciones presidenciales como las de 1992 y 1996. Otros puntos a destacar son la resistencia del Partido Republicano, a pesar de los bajos índices de aprobación del presidente Trump. Asimismo, el buen desempeño del Partido Demócrata, a pesar de la fortaleza de la economía y la robusta situación del mercado laboral.

La resistencia republicana estuvo anclada en los votantes blancos mayores de 45 años donde obtuvieron 57% del voto, de acuerdo con datos de FiveThirtyEight.

Por su parte, los demócratas obtuvieron la gran mayoría del voto de latinos y negros de todas las edades. Trump pudo de nuevo movilizar el voto de millones de hombres blancos maduros de clase trabajadora que han quedado rezagados económicamente y que han manifestado su repudio al establishment, al que responsabilizan de crear un nivel de desigualdad económica nunca antes visto en Estados Unidos. Esto deja la puerta abierta para su reelección en el 2020, sobre todo si la economía se mantiene robusta y el Partido Demócrata no logra postular un candidato realmente atractivo.