Desobediencia retrospectiva, (¡No te prives! Defensa de la ciudadanía, Ed. Ariel) nombró el alemán Odo Marquard la rebelión “contra la democracia, con los aspavientos y altisonancias de quien se enfrenta a una terrible dictadura”. El fenómeno, dice Fernando Savater, es bien conocido en España, y quien esto escribe lo supone aplicable a lo que algunos … Continued
Desobediencia retrospectiva, (¡No te prives! Defensa de la ciudadanía, Ed. Ariel) nombró el alemán Odo Marquard la rebelión “contra la democracia, con los aspavientos y altisonancias de quien se enfrenta a una terrible dictadura”.
El fenómeno, dice Fernando Savater, es bien conocido en España, y quien esto escribe lo supone aplicable a lo que algunos pretenden en México:
“Los muchos defectos y abusos que se dan en las democracias (…) son vistos como desafíos todavía peores que los sistemas tiránicos”.
Las leyes en España, piensa Savater, “son vistas como formas de violencia comparables a cualquier otra coacción ilegal: quien las transgrede considera que sus motivos personales son tan válidos como los acuerdos colectivos de quienes pretenden hacerlas cumplir (…). En su imaginación se están enfrentando retrospectivamente a Franco, a Hitler (…), con la ventaja de que su audaz batalla (…) puede salirles hasta gratis, con un poco de suerte y una ayudadita de los bienpensantes…”.
Ojalá que este día decisivo Peña Nieto consiga inhibir esas palpables ayudaditas a los retrospectivos.