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Esta semana les enseñaré a preparar un suculento ombudsman sellado, un platillo que debe prepararse con ingredientes sumamente frescos y 100 por ciento mexicanos, porque de no ser así nos puede quedar un poco rancio o insípido. ¿Están listos?

INGREDIENTES:

–       3  filetes de ombudsman sin espinas y sin ínfulas de salmón (en el mercado de La Viga pídanlos con corte a la Farah, a la González o a la Herrerías)

–       4 cucharaditas de verdadera experiencia en derechos humanos

–       1/2 taza de ajonjolí de todos los puestos politicos

–       1 ombudsman pasado de tueste preparado a la Plascencia, para sancochar el sartén

–       4 tazas rebosadas de propuestas

–       1 limón (su jugo) de certidumbre

–       3 cebollines de diferentes colores (uno tricolor, uno amarillo y otro blanquiazul) finamente picados y combinados para que el platillo tenga distintos sabores

–       2 dientes de acciones inmediatas

–       1 buen currículum para decorar el platillo (o-bli-ga-to-rio)

PREPARACIÓN:

En esta ocasión ponga el sartén a fuego lento durante varios días para que las propuestas y la experiencia (a la hora de ser vertidas) se conjuguen armoniosamente y no agredan el paladar del comensal. Enseguida limpie escrupulosamente todos los filetes de ómbusdman para que no traigan espinas ni  grumos de delirio de grandeza y enseguida empanícelos con el ajonjolí de todos los puestos politicos, no olvide agregar el ómbudsman Plascencia totalmente tatemado hasta que se evapore a sartén tapado para que no quede nada, nada, nada de él.

Ponga a cocinar los filetes de ombdusman con los cebollines, asegurándose de que queden perfectamente sellados a la preferencia, gusto y satisfacción de todos los mexicanos (en caso de que a alguien no le guste, se puede agriar la cocción).

Retire a los ómbudsman para que a la hora de servirlos queden a punto y puedan agarrar mayor sazón, obviamente el más consistente, el que tenga las agallas más grandes y el menos ambicioso será el más sabroso, sin olvidar poner en un platón grande las acciones inmediatas y unas rebanadas de buen curriculum para que llamen la atención del commensal.

Cómanlo despacito, para que dure unos cinco años en el gusto de su paladar.

¡Provecho!