La solución de la crisis institucional, política y de relaciones internacionales de Venezuela pasa inexorablemente por la disposición de México y Cuba
La solución de la crisis institucional, política y de relaciones internacionales de Venezuela pasa inexorablemente por la disposición de México y Cuba. México: la potencia económica y diplomática de Latinoamérica. Cuba: la potencia política y militar.
Yeidckol Polevnsky se cuadró la semana pasada ante el cerebro de la presencia cubana en Venezuela: sesenta mil militares, oficiales de inteligencia, técnicos, médicos, entrenadores… la mayor presencia extranjera en la historia de Venezuela.
“Mi Comandante Ramiro Valdés, sigue la marcha. Muchas felicidades en su cumpleaños, al Comandante y héroe de la Revolución con admiración y respeto”, colgó en su cuenta de Twitter la presidenta del partido en el poder en México.
El comandante de Polevnsky llegó a Venezuela en 2009 a pedido de Chávez y, según “Los papeles de Panamá”, Valdés controla la información y contrainformación, sistema de pasaportes, las fuerzas armadas, los servicios policiales, identificación y registros, la inteligencia…
Ayer, Trump advirtió a Cuba que Estados Unidos la considera clave en el mantenimiento del dictador Maduro en el poder y que si “las tropas y milicias cubanas no cesan sus operaciones en Venezuela” aplicaría un “embargo completo” sobre la isla comunista.
Pero La Habana es inamovible: Maduro no se puede rendir. Venezuela salvó a Cuba tras perder a la URSS en 1991 como su nave nodriza. Hoy, Cuba recibe diariamente 110 mil barriles de petróleo venezolano: consume una cantidad mínima y vende la mayoría en el mercado mundial.
México también es inamovible. Ayer, luego de que tanques de Maduro arrollaran a decenas de cuerpos de opositores en una manifestación masiva, insistió en convocar a ambas partes a un diálogo y resucitar el “Mecanismo de Montevideo”, del cual se salió la sede: Uruguay.
El “Mecanismo de Montevideo” solo está integrado ahora por México con Antigua y Barbuda, Belice, Dominica, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, Nicaragua, Dominicana, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y Las Granadinas y Surinam.
A esos países (integrados en La Comunidad del Caribe) Venezuela les envía 400 mil barriles de crudo diarios. Como Cuba, sus fábricas y coches funcionan, y sus ciudades se alumbran con el petróleo venezolano. Vamos, entonces ¿de parte de quién está el “Mecanismo de Montevideo”?
Quiere decir que están con Maduro los dos grandes de América Latina: México, la potencia económica y diplomática, y Cuba, la potencia política y militar. En los hechos, un eje México-La Habana-Caracas. O sea, México al lado de dos regímenes totalitarios.
Y no podemos olvidar el origen de la crisis venezolana: Maduro hizo elecciones sin candidatos de oposición, disolvió el Congreso por no tener mayoría, desconoce a los partidos de oposición, prohíbe la prensa libre, tiene presos de conciencia, ha asesinado a más de 500 opositores…
Porque Venezuela es una dictadura.
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