Elecciones 2024
Elecciones 2024

Como nunca antes, el Partido Revolucionario Institucional, está en riesgo de desaparecer desde que su Comité Ejecutivo Nacional es presidido por el exgobernador de Campeche, Alejandro Moreno Cárdenas, conocido por el alias de Alito. Según los estatutos estaría su periodo al frente del partido debió haber culminado el 19 de agosto del 2023, pero él, tramposamente, prolongó su mandato hasta el presente año electoral con el fin de tener voz de mando en la designación de candidatos de la magna elección de 2 de junio. Con Alito en el timón, el otrora invencible está en caída libre. Al desprestigio popular por la corrupción generada en su larga trayectoria al frente de nuestros gobiernos, ahora une el descontento de sus propios militantes los cuales han abandonado el partido durante la presidencia del campechano.

De continuar las fugas de priistas, en muy poco tiempo, aquel cuerpo obeso que con su carne y grasa alimentaba múltiples chambas gubernamentales, llamadas popularmente huesos, quedará, literal y paradójicamente, en los puros huesos anatómicos, como también se dice coloquialmente de los cuerpos enflaquecidos.

Pero no todos las deserciones del PRI, han sido provocadas por desavenencias de los fugitivos con el dirigente, también éste ha ejercido su autoritarismo para expulsar a militantes. El último caso de esto se registró el pasado martes cuando el presidente nacional del PRI anunció que pediría la expulsión del partido de las diputadas del Congreso de la CDMX, Wesly Chantal Jiménez y Mónica Fernández César, quienes votaron a favor de ratificar a Ernestina Godoy como fiscal general de la Procuraduría de Justicia capitalina. Para justificar su arbitraria actuación el jerarca tricolor argumentó desgarrándose las vestiduras: “En el PRI no hay espacio para quienes traicionan a la ciudadanía”.

Una renuncia notable fue la de la exsecretaria de vinculación del PRI, Nayelli Gutiérrez Gijón, quien además de renunciar a la institución, denunció a su presidente ante la fiscalía de la Ciudad de México por violencia política de género y de posibles delitos financieros.

Pero las dimisiones de mayor peso que más han mermado al Revolucionario Institucional y a su dirigente han sido las de los senadores Miguel Ángel Osorio Chong, Claudia Ruiz Massieu, Eruviel Ávila, Nuvia Mayorga Delgado y José Carlos Ramírez Marín. Los dos primeros han seguido ejerciendo como senadores independientes sin mostrar preferencia por ninguna otra causa política. Los otros tres unidos al exgobernador de Oaxaca Alejandro Murat Hinojosa y Adrián Ruvalcaba, exalcalde de Cuajimalpa, quien renunció al PRI al sentirse traicionado por Alito quien le prometió la precandidatura de Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, precandidatura que cayó en manos del panista Santiago Taboada. Estos cinco personajes anunciaron la creación del grupo Alianza Progresista, y buscan adherirse a la candidatura de Claudia Sheinbaum, razón por la cual a dicha agrupación se le ha llamado: PRI-Mor.

Ojalá y que el apoyo a la coalición Juntos Haremos Historia, no pase de ser una demostración de simpatía y no una oportunidad de ocupar algún cargo bajo el amparo de Morena y sus aliados. Lo preocupante de los desertores del PRI es ¿a dónde van a ir a dar? El hecho de haber dejado al PRI no los exime de sus pecados cometidos bajo el patrocinio del Revolucionario Institucional.

En otro orden, pero con la misma preocupación: en Baja California, Jorge Hank Rhon, se ha adueñado del PES, aliado de Morena en las próximas elecciones estatales y lleva mano en la elección de candidatos a dos diputaciones por Tijuana y a dos alcaldías. Otra vez Morena recibiendo cascajo de la peor ralea. Les doy un tip de eslogan para esas campañas: “Por el bien de Baja California, primero los políticos pobres”.

Punto final

El Vaticano informa: Todas las infidelidades cometidas por hombres mayores de 60 años dejan de ser pecado y pasan a ser pequeños milagros.