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Si tener una offshore es legal, ¿por qué son relevantes los papeles de Pandora? La respuesta más obvia tiene que ver con la importancia de los personajes mencionados: son políticos, empresarios, celebridades y hasta organizaciones religiosas. En un segundo nivel de lectura, los papeles de Pandora son relevantes porque sirven para recordarnos el tamaño de la evasión tributaria, el grado de sofisticación que tiene y la impunidad con la que funciona el sistema que la hace posible.

Cada año el mundo pierde 427,000 millones de dólares en impuestos que se eluden mediante el uso de paraísos fiscales, dicen las cuentas del Tax Justice Network. Estos 427,000 millones equivalen a pagar el salario anual de una enfermera cada segundo. Queridos lectores, no tienen que sacar una calculadora, serían 86,400 salarios por día.

El envío de dinero hacia los paraísos fiscales es una de las formas que tiene la evasión tributaria. En México, esta alcanza un volumen cercano a 9% del PIB, alrededor de 115,000 millones de dólares. ¿Qué parte de la evasión en México es atribuible a los paraísos fiscales? No hay respuesta fácil ni lógica. Estamos hablando de movimientos de capitales que son secretos o muy discretos, pero que alcanzan volúmenes significativos porque son realizados por individuos que tienen patrimonios considerables. Nos enteramos de ellos por trabajos de investigación como los Pandora Papers. Activan nuestro morbo porque tienen que ver con ricos y poderosos. Nos recuerdan que, cuando hablamos de pagos de impuestos, en este país “Unos son más iguales que otros”, como en la Rebelión en la Granja de Orwell.

Las 3,000 personas mexicanas mencionadas en los Pandora Papers no son todos los connacionales que tienen cuentas en paraísos fiscales, podemos estar seguros. Entre los nombres no aparece ningún narco conocido, por ejemplo. Hay otras miles de personas que no aparecen en estas listas, por la sencilla razón que no trabajaron con los despachos de los cuales salió la filtración de 11.9 millones de documentos y el millón de correos electrónicos. En estos días se ha dicho que tener una cuenta off shore no significa en automático evasión fiscal, pero tratándose de figuras públicas es necesario que haya una explicación y deslindes que pongan las cosas en blanco y negro… que las saquen de la zona de grises. Vivimos en una época donde la reputación es parte del patrimonio social de cada persona. Dice un viejo refrán (con tufo misógino): “no basta que la mujer del César, sea honesta, también debe parecerlo”.

¿A quién se debería sancionar? A quienes utilizan los paraísos fiscales para evadir impuestos o lavar dinero, pero también a quienes lo hacen posible. Los despachos de abogados y contadores que diseñan e instrumentan la creación de empresas fachada para realizar las transacciones evasoras o lavadoras de dinero. En muchos casos se abusa del privilegio que implica la relación abogado-cliente y el profesional se convierte en asesor para la realización de operación de lavado de dinero o evasión fiscal a gran escala.

¿Sabían ustedes que el nuevo paraíso fiscal del mundo es Estados Unidos? En este país, el desarrollo de la figura de los fideicomisos y el secretismo bancario ha permitido el desarrollo de una industria financiera llena de sombras en estados como Dakota del Sur, según queda claro en uno de los trabajos que acompaña los Pandora Papers (que en México fueron trabajados por la revista Proceso y Quinto Elemento Lab).

El combate a la evasión pasa por un mayor compromiso de los países desarrollados, dice el Tax Justice Network. No sólo es Estados Unidos, pongan atención a lo que ocurre en naciones que en muchas otras cosas son ejemplares, como Gran Bretaña, Suiza y Holanda.

Volvamos a México, ¿qué pasará con las revelaciones? La Unidad de Inteligencia Financiera ha empezado a investigar, según dice un tuit de su titular, Santiago Nieto. Cabe esperar y exigir que obtenga mejores resultados de los que tuvieron sus predecesores con los Panamá Papers, en 2016. De las revelaciones que tuvimos entonces y en las que aparecieron decenas de mexicanos prominentes, no se derivó un trabajo de las autoridades mexicanas que valga la pena comentar, en materia de recaudación fiscal o sanciones ejemplares.