Elecciones 2024
Elecciones 2024

Han pasado 25 años de la irrupción de Andrés Manuel López Obrador a la escena política nacional. Derrotado por Roberto Madrazo en las elecciones por la gubernatura de Tabasco, el político de Tepetitán se dijo víctima de una estratagema y con las pruebas del fraude encabezó la Marcha por la Dignidad. De allí a la presidencia nacional del PRD, apenas un suspiro.

AMLO contó con el respaldo de los grupos afines a Cuauhtémoc Cárdenas y encabezó una planilla que incluyó a Jesús Ortega, como secretario general, y Rosario Robles, como secretaria de Organización. Con la excatedrática de la UNAM y dirigente sindical armó las Brigadas del Sol, el programa de promoción política que permitió a la izquierda mexicana conquistar Morelos, en primera instancia, y los principales gobiernos municipales en el Valle de México, a la mitad del sexenio zedillista.

En el 2000, AMLO llegaría a la Jefatura del Gobierno del Distrito Federal y seis años después buscaría —con Ortega Martínez como principal operador— la Presidencia de la República. Su trabajo a ras de tierra, empero, nunca empató con las estructuras perredistas y de los demás partidos que participaron en las coaliciones progresistas, tanto en 2006 como en 2012.

El tabasqueño y Los Chuchos —que se hicieron del control de la burocracia partidista en el 2004, luego de la expulsión de Rosario Robles— entraron en conflicto, principalmente por los méritos de las campañas. Y es que sin llegar a Los Pinos, el PRD contó con robustas bancadas en ambas Cámaras del Congreso de la Unión tanto en calderonismo como en el peñismo.

¿Qué importaba más: las figuras partidistas o el trabajo de base? A partir del 2015, AMLO demostró que sus estructuras organizativas podrían garantizar triunfos electorales, incluso a personajes sin experiencia. Los diputados federales por sorteo, su mayor comprobación.

Durante 25 años, AMLO perfeccionó su esquema de información, concientización, promoción y defensa del voto para finalmente derrotar al PRI y al PAN en los comicios presidenciales del 2018. Los Protagonistas del Cambio Verdadero se convirtieron en la base de la Cuarta Transformación. Y para el 2021 volverán al campo, para activar la estructura de defensa del voto.

En el 2015, la articulación de ese ejército de activistas pro-AMLO estuvo a cargo de Gabriel García Hernández, actual coordinador de los Programas Federales. La nueva dirigencia morenista, encabezada por Mario Delgado Carrillo, busca reactivar esa estructura a través del reclutamiento de medio millón de operadores electorales.

Una estructura piramidal, que tiene 32 enlaces estatales y 300 enlaces en cada uno de los distritos electorales federales. En el centro, 9,311 coordinadores operativos que tendrán a su cargo entre cinco y diez secciones electorales.

Los brigadistas están en la base de la estructura y recorrerán las 68,694 secciones, la unidad básica de división de los territorios electorales. Para la promoción del voto opera una brigada integrada por seis elementos por cada sección electoral rural; otros tantos, en las secciones mixtas y cuatro para las secciones urbanas. En cualquier caso, reportan a los coordinadores operativos.

Los enlaces distritales son los encargados de articular la defensa del voto. Para cada casilla deben tener cuatro representantes y cada 10 casillas hay un coordinador, que responden a los representantes generales, que son 10 en cada uno de los 300 distritos.

La identificación de militantes y simpatizantes de Morena es la primera tarea. La información recabada por los promotores del cambio verdadero es ingresada a una base de datos denominada ProMueve y con capacidad para hacer “levantamientos de estructura electoral”, según consta en un manual elaborado por la Secretaría de Organización de Morena.

Entre el 1 de diciembre del 2020 y el 28 de febrero, inclusive, la dirigencia encabezada por Mario Delgado estableció una meta para integrar los comités de protagonistas del cambio verdadero: deben incorporar a 549,554 ciudadanos a esta “estructura organizativa fundamental”.

En el mediano plazo, con ese despliegue en todo el territorio nacional, los promotores de Morena deberán consolidar un padrón que podría tener una membresía de tres millones de afiliados.

Efectos secundarios

¿RELEVOS? Confrontado con legisladores de oposición y gobernadores y con muy pocos amigos entre el empresariado mexicano, el subsecretario Hugo López-Gatell decidió cortar por lo sano sus reuniones con los representantes de la industria de alimentos y la farmacéutica a finales del año pasado. En Palacio Nacional detectaron —con toda razón— que el Zar del Coronavirus tenía demasiados frentes abiertos y una creciente animadversión, incluso entre compañeros del gabinete. La estrategia gubernamental depende de una exitosa implementación del Plan Nacional de Vacunación y sin margen de maniobra, la interlocución con los tomadores de decisiones ahora se movió a la Secretaría de Economía. Y mientras, legisladores del PAN insistieron en la Comisión Permanente que el titular de la SHCP y el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la SSA remitan un informe sobre la situación del país ante el Covid-19. La mayoría morenista frenó esa intentona.

INCLUSIVOS. En su objetivo de pintar a Durango de naranja, Movimiento Ciudadano tuvo una primera —y desagradable— experiencia con el médico José Ramón Enríquez, quien fue secretario del gabinete del priista Jorge Herrera y después de alcanzar la alcaldía de la capital duranguense, arropado por el frente PAN-PRD-MC en 2018, se sumó a la Cuarta Transformación en su intentona de llegar a la gubernatura. ¿Vale más el personaje que la propuesta? Con la mira puesta en el 2024, la formación progresista buscará colocar nuevas figuras en bastiones panistas, siguiendo la escuela de Dante Delgado y Enrique Alfaro. Una de sus apuestas más grandes recae en el abogado expriista Martín Vivanco Lira, quien irá como candidato en el distrito IV con cabecera en Victoria de Durango.

VENCIMIENTOS. Queda una semana para definir la suerte de Aeroméxico. Las negociaciones entre la directiva de la línea aérea y los representantes sindicales están en curso. Mientras, tanto los pilotos de Aeroméxico como los de Aeromar están usando cubrebocas y otros distintivos con la leyenda “sin ASPA no vuelo” como parte de un movimiento que iniciaron en redes sociales para protestar por los incumplimientos de ambas aerolíneas con las tripulaciones. Y es que en el caso de Aeromar, las tripulaciones llevan tres meses sin recibir su salario completo. Ante la apremiante coyuntura, los pilotos han cedido salarios, prestaciones y permisos sin goce de sueldo mientras los directivos se autorizaron bonos y cobran salarios completos.

Twitter@aguirre_alberto