Elecciones 2024
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El día de hoy, la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) publicará su sexta y antepenúltima decisión de política monetaria del 2023.

Tomando en cuenta que el mercado está totalmente convencido de que no habrá cambios en la tasa objetivo que actualmente se ubica en 11.25%, los participantes y especialistas estarán principalmente enfocados en el tono del comunicado de prensa que acompaña a la decisión, buscando pistas para vislumbrar cuándo podrían darse los primeros recortes en la tasa objetivo.

Actualmente, el consenso de especialistas, reflejado en la Encuesta Citibanamex de Expectativas publicada el 20 de septiembre, apunta a un primer recorte en la tasa de fondeo en febrero del año próximo y una tasa de cierre para finales del 2024 de 8.50 por ciento.

La expectativa de inicio de ciclo de recortes se ha venido postergando en los últimos meses y la tasa esperada para el cierre del 2024 ha venido aumentando. Hasta hace un par de meses, los especialistas esperaban que los primeros recortes se darían hacia finales de este año y que la tasa para el cierre del 2024 llegaría hasta 8.2 por ciento.

A pesar de estos cambios, la opinión de este columnista es que la llegada de los recortes podría demorarse aún más. Esto se debe a que, a pesar de una mejoría en los datos de inflación en los últimos meses, la economía mexicana está actualmente creciendo por arriba de su tasa potencial y la disminución en la inflación podría desacelerarse considerablemente.

En su más reciente Reporte Trimestral de Inflación, publicado a inicios de este mes, Banxico destacó que la inflación general observada en lo que va del año ha estado consistentemente por debajo de las estimaciones del propio Banxico y que la inflación subyacente ha disminuido a un ritmo más lento y más en línea con lo esperado.

En este contexto, Banxico revisó al alza su estimado de crecimiento del PIB y a la baja sus estimados de inflación para lo que resta de este año y mantuvo los del 2024.

A pesar de esta revisión a la baja en los pronósticos de inflación general, el pronóstico de inflación subyacente para el cierre de este año se revisó al alza, de 5.0 a 5.1%, mientras que los pronósticos de este indicador para los primeros dos trimestres del 2024 también se revisaron al alza (de 4.1 a 4.2% y de 3.5 a 3.6%, respectivamente).

Aunque el objetivo de llegar a la meta de inflación subyacente de 3.1% para el cierre del 2024 se mantuvo, estos pronósticos podrían resultar optimistas considerando los siguientes riesgos al alza: (i) nuevas presiones al alza sobre los precios internacionales de alimentos y energéticos; (ii) presiones por mayores costos que pudieran traspasarse a los precios al consumidor; y (iii) episodios de depreciación cambiara.

Este último punto es importante ya que la inflación se ha mantenido por arriba del objetivo de Banxico a pesar de la fortaleza del tipo de cambio que ha amortiguado el impacto inflacionario de los precios de bienes importados.

Aunque la inflación subyacente, en términos anuales, ha bajado de 6.85% en marzo a 5.78% en la primera quincena de septiembre, la disminución del nivel actual hacia el objetivo de 3% podría ser más lenta y compleja.

Por otro lado, Banxico también tiene en el parabrisas la postura monetaria de la Fed, que ha dejado claro que necesita mantener el nivel actual de tasas por un periodo más largo al vislumbrado hace un trimestre.

En concreto, la Fed ha dicho que podría llevar a cabo un incremento adicional en este año y que, cuando mucho, llevará a cabo dos recortes en el 2024, en lugar de los cuatro que el mercado venía anticipando.

En este entorno, podríamos esperar que la pausa de Banxico se extienda hasta finales del primer trimestre del próximo año, a menos que haya una sorpresa favorable y significativa en la lucha contra la inflación.