Hoy, el presidente se vé enojado pues su exceso de confianza lo llevó a construir, le decía, esta candidatura que eclipsa las ya oscuras de sus corcholatas
Solo cuando vas adelante los de atrás pueden ver el blanco en tu espalda. Y es cuando te tiran.
Florestán.
Cuando antes de las elecciones de 2006 el presidente Vicente Fox declaró que no era bueno cambiar de caballo a mitad del río, refiriéndose a mantener al PAN en el gobierno y no votar por Andrés Manuel López Obrador, éste le gritó; ¡Cállate chachalaca! Y tras perder, víctima de un fraude ha sostenido siempre, empujó una reforma electoral, la de 2007, para impedir que un presidente de la República interviniera de modo alguno en el proceso electoral para favorecer o atacar a partido ni candidato alguno.
Y así se modificaron Constitución y leyes electorales que es lo que ahora viola en forma abierta en su mañanera, que es un mensaje de propaganda y principal herramienta de gobierno, incidiendo en la equidad de la contienda, ya abierta, al hacer presa cotidiana de su inquina a Xóchitl Gálvez a la que convirtió en una de las más formidables precandidatas presidenciales de la oposición, como un efecto colateral.
El punto es que Gálvez le podría gritar hoy lo mismo que él, ¡cállate Chachalaca! y le doy un dato de SPIN, de Luis Estrada: en la primera semana la mencionó 26 veces, cinco alusiones diarias y en todas, este dato es mío, para descalificarla y llegar a publicitar en su paredón de las mañaneras información privada a resguardo de su gobierno que hizo pública aprovechando su cargo.
Hoy, el presidente se ve enojado pues su exceso de confianza lo llevó a construir, le decía, esta candidatura que eclipsa las ya oscuras de sus corcholatas y, de crecer y consolidar este proyecto, a desmontar la efectividad de su karma: la oposición está moralmente derrotada, aunque lo siga repitiendo.
El reto es qué hará en el eventual, y hoy aún lejano caso, de perder las elecciones en 2024, si recurrirá al argumento por el que no quiso entregar la presidencia de la Alianza del Pacífico a la presidenta de Perú, por ilegítima y espuria, o aceptaría.
Porque aquella presidencia nunca fue suya y dijo que no.
RETALES
1. RIESGO.- Dice Gálvez que no tiene seguridad personal, lo que la hace presa de cualquier locura. De lo peor que podría sucederle a López Obrador es que fuera víctima de la violencia. Alguien en su gobierno debe decírselo porque cualquier pedrada, por decir lo menos, le alcanzaría a él;
2. VACACIONES.- El INE reconoció que el presidente no ha sido notificado de las medidas cautelares que le impiden hablar de la precandidata de la oposición. Y es que la Consejería Jurídica de la Presidencia está de vacaciones y no hay quien reciba. Hasta agosto; y
3. PAUSA.- Parecía superado el conflicto presidencial con España, pero no, Alicia Bárcena, cuyo nombramiento aún no aprueba el Congreso, declaró que la pausa que decretó López Obrador, sigue, que nada ha cambado. Y eso que dos días antes recibió al embajador español, Juan Duarte Cuadrado.
Nos vemos mañana, pero en privado.