Elecciones 2024
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Este domingo que acaba de pasar la candidata de Morena por la gubernatura de Quintana Roo tuvo de invitada a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, en un par de eventos en el estado.

Mara Lezama recibió a la jefa de Gobierno con bombo y platillo, con la gente tarareando su nombre y coreando ¡Presidenta, presidenta! A lo que Sheinbaum no dudó en involucrarse de inmediato con el ambiente con su discurso y su emotividad.

Claudia Sheinbaum, la jefa de Gobierno que hemos conocido en estos últimos años día tras día con un rostro tan serio y un humor tan soso, que verla ahora sonriendo descaradamente nos deja boquiabiertos.

Cada rueda de prensa en la capital, tiene toques fúnebres en el rostro de los acompañantes, esa seriedad y rostros largos ante la voz de la jefa de gobierno al micrófono.

Es curioso, porque no hay manera que la gente más cercana a ella, pueda creer que su humor haya cambiado de la noche a la mañana, y es que la conocen tan bien que este día que hablamos de estas imágenes en la radio, recibí varias llamadas para confirmarme que el cambio de estrategia está siendo de golpe.

¿Por qué se lo digo? Porque dentro de estos nueve meses en los que ha estado viajando a distintos estados para asistir a distintos actos políticos de Morena, la jefa de gobierno ha cambiando de atuendo, de peinado, maquillaje y de actitud.

Alguien le hizo ver que tenía que quitar ese rostro fúnebre, porque claro, eso no atrae a nadie. Entonces de la noche a la mañana, comienzan a promover a una mujer que sonríe, lejana a la gente, pero sonriente.

Este fin de semana el abrazo con el que se entrega a Mara Lezama, es para enmarcarse y prestar atención a la “renovada” Claudia Sheinbaum que comenzará a aparecer en los distintos mítines.

Unos creen que es una sonrisa fingida, yo creo que en realidad sonríe porque se siente cómoda sabiéndose importante y reconocida fuera de la Ciudad de México, en donde no percibe lo mismo. Estando en casa, pesan los errores y la voz del presidente, en cambio afuera, la gente la mira con el propio interés de quien está cerca del palacio.

Allá afuera comienza a sentirse cómoda, y aquí ya no.

Habrá que esperar qué tanto le asesoran en su imagen, porque el exceso de sonrisas cuando el país en materia de inseguridad para las mujeres va en aumento, también le traerá mayor lejanía con nosotras.

Su frialdad no suma y su sonrisa, tampoco sumará.

Una jefa de Gobierno, muy sonriente - shein