Elecciones 2024
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Paradojas de la transición de terciopelo: los dos días más tranquilos desde que Andrés Manuel López Obrador ganó las elecciones presidenciales han sido los más caóticos de estas seis semanas y media. El pasado miércoles 22, AMLO salió de sus oficinas unos minutos antes de la 1 de la tarde, acompañado de su chofer, sin atender a la prensa o a los solicitantes de apoyo formados en espera de atención.

Casi de inmediato, la calle fue reabierta al tránsito vehicular, al tiempo que muchos se retiraban con la idea de que el presidente electo ya no regresaría. Lo hizo, apenas 20 minutos después, mientras el acceso a la casa era bloqueado por media docena de opositoras a las corridas de toros. A las 2:30 de la tarde, un contingente mazahua volvería a cerrar la calle.

La nueva vocería de AMLO no tenía la agenda de actividades, controlada por la secretaría particular. Y hasta después de la hora de la comida divulgó —a través de WhatsApp— que la reunión que el presidente electo sostendría con los embajadores y cónsules de países latinoamericanos quedaba en suspenso por la inasistencia de la mayoría de los diplomáticos convocados… ¿por el próximo canciller?

No habrá forma de saberlo. La única aparición pública del día fue en el Palacio de Minería, donde la comunidad científica —entre ellos, el rector de la UNAM, Enrique Graue, y el empresario Carlos Slim— presentó un diagnóstico del sector y un esbozo de sus propuestas.

Por la noche, vía Twitter, AMLO informó de su encuentro con el general secretario, Salvador Cienfuegos, del que no se sabrá más detalle. La vocería de AMLO, a cargo de Jesús Ramírez Cuevas, ofrecerá disculpas por los inconvenientes a los reporteros adscritos a la cobertura diaria y buscará una explicación directa “de los responsables de prensa del licenciado” (sic).

La agenda de actividades seguirá en suspenso y las sorpresas se multiplican.

Otra escapada de AMLO —ahora para cuestiones recreativas en el deportivo del sindicato de tranviarios— que será pública, gracias a las “benditas redes sociales”. Mientras, en la casa de transición, entre la romería cotidiana, nuevamente aparece Gustavo Jiménez Pons.

Desde el lunes 20, el empresario y político —quiso ser candidato independiente a la Presidencia de la República, en febrero pasado— tenía planeado entregar la carta-propuesta de compra del Boeing TP-01 José María Morelos y Pavón, ése que no tiene ni Obama ni Trump, pero que desde hace tres años utiliza el Ejecutivo federal.

Con una larga experiencia en el mundo del espectáculo —promotor de conciertos y exdirectivo de Televisa Radio—, Jiménez Pons militó en Alternativa Socialdemócrata y Campesina; en el 2006, compitió por la jefatura de Gobierno del DF en contra de Marcelo Ebrard. En el 2012, fundó en Miami la firma GBS, un holding que ofrece “soluciones” financieras y servicios de arrendamiento de aeronaves. Y llegó a la casa de transición para ofrecer 1,900 millones de pesos por un Boeing 787 por el que Banobras erogará más de 7,500 millones de pesos, cuando termine el contrato de arrendamiento. En cualquier caso, sostuvo el también sobrino del futuro director de Fonatur, estaría en el interés de pactar “una cifra justa y adecuada… en el mejor interés de las finanzas públicas”, con la administración entrante a la que también ofreció rentar el hangar presidencial del AICM, subcontratar los servicios del personal de mantenimiento y representar a la Presidencia en el extranjero, para la venta del resto de la flota al servicio de la Presidencia.

Jiménez Pons ya no podía esperar. Y activó su peculiar estrategia de posicionamiento que, catapultada por el desbarajuste en el equipo de comunicación del presidente electo, lo puso en el primer plano con una propuesta tan audaz, como desconcertante.

EFECTOS SECUNDARIOS

VÍSPERAS. El Congreso de Diputados de la CDMX tendrá que afrontar un cúmulo de pendientes heredados por la última Asamblea Legislativa. Entre los más urgentes está la designación de los 11 integrantes del Consejo Judicial Ciudadano, mismos que apenas si entren en funciones, deberán nombrar al próximo Consejo de la Judicatura en la capital… ¿por cuates y cuotas? El expresidente del Tribunal Superior de Justicia capitalino, Jorge Rodríguez y Rodríguez, y el exministro de la Suprema Corte, Diego Valadés Ríos, están entre los candidatos que concitan más respaldos.

JUBILEO. En el Palacio de la Autonomía, de manos del rector Enrique Graue, el presidente de la Suprema Corte, Luis María Aguilar, recibió la presea Culturae Legis que le entregó la Facultad de Derecho de la UNAM en reconocimiento por su labor como juez de carrera y su legado en temas de protección de derechos humanos, equidad de género, de inclusión, entre otros. Allí, el magistrado enfatizó que todo Estado de derecho necesita de un Poder Judicial fuerte e independiente, atento siempre a que todo el que se queje con justicia tenga un tribunal que lo escuche, lo ampare y lo defienda contra el fuerte y el arbitrario.

¿SUPLANTACIÓN? Después de meses de conflictos internos, Concanaco Serytur renovó a su directiva, que ahora encabeza el empresario yucateco José Manuel López. Aunque su antecesor, Enrique Solana todavía se ostenta como representante de ese organismo ante instancias oficiales, principalmente en su natal Monterrey, y como director de la Escuela de Capacitación y Desarrollo Empresarial. Tal anomalía ha generado molestia entre líderes de cámaras estatales, quienes estarían molestos por la parsimonia de la actual directiva.