Elecciones 2024
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La bronca en el Poder Legislativo movió el foco de atención, pero la andanada de spots sobre el Primer Informe de Andrés Manuel López Obrador compensó la disgregación del mensaje presidencial.

Con la aprobación sin grandes variaciones, un gabinete con buenas calificaciones, una oposición “moralmente derrotada” y exorcizado el fantasma de Donald Trump, el Ejecutivo federal cruza la primera frontera de su sexenio con paso firme, aunque sin buenas noticias en materia económica o de seguridad. Apenas ayer el Inegi reveló que el Indicador de Confianza del Consumidor creció 0.3 puntos, para ubicarse en 43.4 puntos y acabar con una racha negativa de cinco meses al hilo. El nivel de optimismo con la economía del país en el próximo año se ubicó en 48.5 puntos y la confianza de los mexicanos en una mejor situación dentro de sus hogares alcanzó 55.5 puntos, mientras que los rubros que evalúan la situación actual de los hogares y de la economía de México registraron 40.3 y 47.8 puntos, respectivamente.

El pueblo está “feliz, feliz, feliz”, según AMLO. Pero, ¿los niveles de felicidad son mayores o menores que el año pasado? Las encuestas publicadas no ofrecen luces sobre este tópico y la palabra presidencial, en esta materia, tampoco puede ser absolutista. A nivel global, se ha observado una sensible disminución desde el año pasado, según el reporte dado a conocer hace una semana por la firma francesa Ipsos.

En 28 países —México incluido—, dos tercios de las personas entrevistadas (64%) dicen que se consideran felices, en comparación con 70% en el 2018. Mientras que Australia y Canadá se clasifican como los países “más felices”, Argentina, Turquía y Japón están entre los menos satisfechos con sus vidas. Si bien existen diferencias entre países en cuanto a lo que la gente dice que los hace felices, existe un amplio acuerdo de que “la salud y el bienestar físico” es una de las fuentes más importantes de felicidad.

De acuerdo con la información recopilada por Ipsos, los niveles de felicidad están altamente correlacionados con la confianza del consumidor. En general, cuanto mayor es la prevalencia de la felicidad, mayor confianza del consumidor se registra. Las únicas excepciones notables son: Francia, donde el nivel de felicidad es alto a pesar de la débil confianza del consumidor; y China y la India, donde, si bien son altos, los niveles de felicidad no son proporcionales.

Curiosamente, los mercados con la mayor prevalencia de felicidad son en gran medida las naciones desarrolladas, conocidas por su centralidad ciudadana. Australia y Canadá —empatados en el primer puesto, con 86%— han emergido como las naciones más felices del mundo, seguidos por China (83%), Gran Bretaña (82%), Francia (80%), Estados Unidos (79%), Arabia Saudita (78%) y Alemania (78 por ciento).

Por el contrario, sólo una minoría de adultos en Argentina (34%), España (46%) y Rusia (47%) dice que son felices. En México, de acuerdo con Ipsos, 59% de la población se considera feliz. ¿La Cuarta Transformación es uno de los factores que han producido que los niveles de felicidad hayan retrocedido en el 2019, con respecto al 2018?

Buda dijo: “No hay camino a la felicidad, la felicidad es el camino”. Curiosamente, la encuesta de felicidad global de Ipsos desmitifica los verdaderos determinantes de la felicidad.

Los factores votados como los más importantes para desencadenar la felicidad fueron: mis condiciones de vida (89%), mi salud/bienestar físico (88%), mi seguridad personal (88%), mis amigos (87%), sentirme en control de mi vida (86%), sentir que mi vida tiene sentido (86%), mis pasatiempos/intereses (85%), el bienestar de mi país (85%), entre otros.

La lista global superior para la felicidad está en ligera variación. Los principales determinantes de la felicidad fueron: mi salud física/bienestar (88%), mis condiciones de vida (86%), mis pasatiempos/intereses (85%), mi seguridad personal (85%), sentir que mi vida tiene sentido (85%), sintiéndome en control de mi vida (84%), satisfacción con la dirección en la que va mi vida (84%), tener más dinero (84%), tener más amigos (83 por ciento)…

Hace tres semanas, Ipsos reveló que entre los líderes de opinión del hemisferio, el presidente latinoamericano con mayor aprobación es Sebastián Piñera, de Chile, 68% de opiniones favorables. En segundo lugar ubicó al mandatario Tabaré Vásquez, de Uruguay, con 65 por ciento.

Piñera y Vásquez continúan como los líderes latinoamericanos con mejor imagen, aunque en el orden inverso a la medición de noviembre del 2018. Les siguen Iván Duque, presidente de Colombia (53%); Martín Vizcarra, de Perú (51%), y Lenin Moreno, de Ecuador (51 por ciento).

En el otro extremo, la menor aprobación la sigue teniendo Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, con 3 por ciento. Le siguen Miguel Díaz-Canel, presidente de Cuba, con 18%, y Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, con 29 por ciento.

La diferencia más notable entre la medición de noviembre del 2018 y la más reciente es la caída en la aprobación de Andrés Manuel López Obrador, la cual pasó de 60 a 44 por ciento.

EFECTOS SECUNDARIOS

ÚLTIMAS. Consensuada con sus aliados y sin objeciones de la mayoría, el PAN propuso a la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados una planilla para encabezar la Mesa Directiva en el segundo año de sesiones de la LXIV Legislatura federal. Laura Rojas como presidenta; el exgobernador de Morelos, Marco Antonio Adame Castillo, como vicepresidente y Lizbeth Mata Lozano como secretaria. Conjurado el riesgo de crisis constitucional, el Paquete Económico será presentado por la Secretaría de Hacienda este 8 de septiembre.

GRATITUDES. Hace una década, esta columna comenzó a publicarse diariamente en esta sección. Valga la ocasión para patentizar un amplio reconocimiento al ingeniero Jorge Nacer Gobera, a Luis Miguel González, a reporteros, editores y colaboradores de El Economista que estos años han compartido su experiencia y dedicación en uno de los periodos más complicados de la historia contemporánea de la prensa mexicana en los que ha disminuido la confianza en los medios tradicionales, por las suspicacias en las fuentes y la prevalencia de noticias falsas. Pero sobre todo, muchas gracias a quienes cotidianamente, con su atenta lectura, estimulan al análisis y reflexión sobre los hombres de poder.