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La semana pasada hubo noticias importantes con respecto al futuro de la política monetaria en Estados Unidos. Por un lado, el presidente de la Fed, Jay Powell, pronunció un discurso en el Economic Club of New York y, por el otro, se publicaron las minutas de la reunión más reciente del Comité de Mercado Abierto de la Fed (FOMC, por su sigla en inglés).

El discurso de Powell fue el evento más importante de la semana para los mercados, aun por encima del anuncio de una tregua temporal en la escalada del conflicto comercial entre China y Estados Unidos en el marco del G20.

En su intervención, Powell transmitió un claro cambio de señal en cuanto al rumbo de las tasas de interés para el 2019. Hasta el discurso de la semana pasada, la Fed había sido muy consistente en mandar la señal de que, además del incremento que se espera en la reunión de política monetaria de diciembre, el banco central anticipaba por lo menos tres incrementos adicionales en el 2019. Bajo este escenario, la tasa de interés de referencia terminaría el 2018 en un rango de 2.25-2.50% y el 2019 en uno de 3.00-3.75 por ciento.

Esta señal había sido reiterada tan recientemente como el 3 de octubre cuando el mismo Powell dijo que la tasa de interés de referencia se ubicaba aún lejos de un nivel neutral, dando a entender que dicho nivel neutral se alcanzaría con los incrementos de cierre del 2018 y los del 2019. Sin embargo, en su intervención de la semana pasada, Powell mandó una señal mucho menos restrictiva, explícitamente mencionando que las tasas de interés están cerca de su nivel neutral.

Asimismo, reconoció que no existe un camino preestablecido para las tasas de interés, a pesar de que los miembros del FOMC han venido anticipando hasta tres incrementos a la tasa en el 2019.

Powell subrayó que los movimientos en la tasa de interés de referencia son altamente dependientes del desempeño de los datos económicos y financieros y que el objetivo primordial de la Fed es mantener la economía por buen rumbo, considerando el cambiante panorama inflacionario y del mercado laboral.

Adicionalmente, Powell enfatizó que la política monetaria suele impactar a la economía con un rezago que puede ser hasta de un año en algunas ocasiones. El mercado interpretó esta intervención como una clara señal de que la Fed tomará una postura menos agresiva en cuanto a la trayectoria de alzas esperada para el 2019.

Por su parte, las minutas de la última reunión del FOMC confirmaron que es prácticamente un hecho que la Fed incrementará la tasa de fondeo en un cuarto de punto en la reunión de política monetaria de este mes.

Sin embargo, las minutas también revelaron que hay un debate intenso con diversidad de opiniones sobre el rumbo de la política monetaria para el 2019.

En concreto, las minutas reafirman que la economía sigue mostrando fortaleza, pero que el panorama para el 2019 presenta algunos vientos en contra.

En específico, parece que antes de volver a incrementar las tasas en el 2019, la Fed prefiere evaluar el impacto sobre la actividad económica de: i) los cuatro incrementos en la tasa de interés realizados de diciembre del 2017 a la fecha más el alza adicional esperada para este mes; ii) el retiro de casi 400,000 millones de dólares de liquidez del mercado como consecuencia de la normalización de su balance, y iii) la dilución de los estímulos fiscales del 2018. Para algunos expertos, la reciente caída en los precios del petróleo le ha dado espacio a la Fed para tomar una postura más acomodaticia. En este sentido, la Fed podría estar mucho más cerca del fin de su ciclo de alzas de lo anticipado hasta ahora.