Elecciones 2024
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Una vez pasadas las elecciones, en el primer martes de junio saldrá al aire, en el canal de Milenio, un programa que se llamará como el encabezado de la columna de hoy y que conducirá el expresidente de la República, el showman de San Francisco del Rincón, Guanajuato, Vicente Fox. Será una emisión de 13 minutos de duración, tiempo que me parece muy poco para el lenguaraz guanajuatense.

El autor de esta colaboración quiere brindar a sus lectores una versión propia de lo que el director y dueño del Centro Fox de estudios sociales —próximamente sembradío y distribuidor de mariguana— diría, como conductor, en la primera emisión de su espacio televisivo. Para ello entresacaré frases y conceptos pronunciados por él, antes, durante y después de su gobierno. También usaré palabras de mi cosecha y frases que se me vayan ocurriendo para engarzar las perlas foxianas y darle unidad al discurso inaugural de la transmisión. Comenzamos:

“Hola Cristina, hola Paulina, Vicente y Rodrigo. Aprovecho esta oportunidad, para desde aquí mandarle un beso, como el que nos dimos frente a la Basílica de San Pedro, allá en Roma, a mi lavadora de dos patas, mi querida señora Marta, que tiene muchas faldas. Yo sigo enamorado de ella: nomás vean la cara de sonrisa que tengo y con eso ustedes juzguen. Está padre eso de estar casado otra vez. La verdad es bonito.

“Hoy, Hoy, Hoy, es el día de mi primer programa aquí en la televisión, así que saludo a todos los televidentes y televidentas. Les estoy proponiendo un programón. Tengo un gran staff técnico, casi tan bueno como mi gabinetazo. Todavía no les daremos a conocer a quienes colaborarán conmigo, vamos a darle emoción; es como las mujeres cuando están bailando: si llegan a enseñar tobillito nada más, es cuando se pone bien la cosa.

“Espero que me estén viendo las y los mexicanos que durante mi gobierno se hicieron de un changarro y una tele. También les prometí un vocho pero desgraciadamente descontinuaron estos autos.

“Ciertamente, como ustedes saben, yo formé parte de la pareja presidencial, junto con la señora Marta, a la que le encargué el despacho mientras yo me dedicaba a hacer campaña en favor del PAN. La señora Marta prefirió no irse por el lado conchudo por el que se fueron otras primeras damas, sino más bien movilizar a la sociedad entera. Si se hubieran cumplido nuestros deseos y ella hubiera sido mi sucesora, hoy estaríamos mejor. No por nada, pero Marta tiene un don especial para hacer rendir el dinero; con lo que le daba de gasto, se compró joyas, ropa y toallas de 4,000 pesos, que sí secan desde nuevas.

“Aunque nunca faltan los contreras de siempre, aquellos del círculo rojo que están duro y dale, duro y dale, quejándose de mi gobierno, y todo porque no llegó al prometido crecimiento de 7% anual en el PIB. Se hizo lo que se pudo, crecimos a 2.28 por ciento anual. ¿Qué tanto son cuatro puntos y cacho de diferencia? No se pueden hacer milagros, ni teníamos la varita mágica de Harry Potter para que en seis años se resolvieran todos los problemas de este país. No todo fueron fracasos. Hubo personas que durante mi gobierno progresaron, como los jóvenes Bribiesca Sahagún, que salieron copeteados de dinero y con negocios de pilón porque supieron aprovechar la posición (la del misionero) de su mamá.

“Ciertamente mi programa va a estar en su punto, diría yo, va a estar de primera, va a estar de pelos, como dicen los chavos. Vamos a hacer un cambio de paradigma en la televisión. Un cambio de raíz sin cambiar las raíces.

“Aprovecharé este espacio para proponer la despenalización del consumo de la mariguana. Pondré un ejemplo: si en el paraíso terrenal a Adán y Eva les hubieran dicho: ‘Oigan, Adán y Eva, esta manzana tiene hormigas, lombrices y veneno adentro; si tu (cambia del plural al singular como le da la gana porque está en su programa) muerdes esta manzana, te mueres’, yo creo que hubieran entendido perfectamente… pero les dijeron: está prohibida, no la consumas, y, por tanto, la tentación los llevó a consumirla. La mariguana es una yerba que no tiene ni hormigas, ni lombrices, ni veneno, se fuma y al principio produce mucha risa, después causa euforia y luego hace que se te olviden las cosas… ¿Qué les estaba yo diciendo?

“Lamentablemente en este, mi show, no voy a contar con la eficiente ayuda de don Rubén Aguilar para que les expliqué lo que Chente quiso decir. Ciertamente, por más esfuerzos que hice no pude contratarlo, entre otras cosas, porque, según me dijeron, él escribe en otro periódico que no es el Milenio. Yo, como ustedes saben, no leo periódicos y por eso soy feliz. Sin embargo, como este programa lo patrocina el periódico Milenio, me aconsejaron que lo leyera, pero yo les contesté: ¿Y yo, por qué?

“Mi programa tiene 13 minutos de duración, lo cual es una lástima porque, si durara dos minutos más, en 15 minutos terminaría con el problema de Chiapas que, según sé, ahora tratará de solucionarlo Anahí.

“Me indica el floor manager que ya tengo que bajar la cortina. Ya hoy hablo libre, ya digo cualquier tontería. Ya no importa… Total, yo ya me voy… Pero, me van a extrañar”.