Elecciones 2024
Elecciones 2024

Un robot redacta un artículo de 400 palabras en dos minutos. Sus textos no son tan buenos como los de un buen periodista, pero son mejores que las obras de un periodista mediocre.

Lsjbot es el articulista más fecundo del planeta. Ha escrito más de 2.7 millones de artículos. Se ha especializado en temas científicos y se expresa en sueco, aunque también tiene textos en un par de lenguas del sureste asiático. Es incansable, no cobra y casi no se equivoca. Tampoco tiene problemas de ego inflamable. Es más, no tiene ego. Es un robot.

Nos parece extraño que algo no humano pueda producir artículos científicos, pero la mesa ya estaba puesta cuando la computadora Deep Blue derrotó a Gary Kaspárov, campeón de ajedrez. Eso fue en 1997 y todo mundo sabe que jugar con derrotar a un genio del ajedrez es más complejo que escribir un texto.

Lsjbot es un caso peculiar. Bueno, para detonar una pregunta profesional o teológica, según el cristal con que se mire: ¿puede una computadora hacer el trabajo de un periodista? Éste fue uno de los temas que se abordaron en la reunión Sociedad Interamericana de Prensa que se celebra en Miami. La respuesta es perturbadora. Las computadoras no sólo pueden escribir artículos, sino hacer diseño gráfico, editar revistas y además vender publicidad.

No estamos hablando del futuro remoto, ni de ciencia ficción. Si ustedes googlean narrative science se encontrarán con miles de artículos escritos por un robot.

Busquen Open 001. Es una revista de alta calidad publicada por el prestigioso diario británico The Guardian. Las palabras de presentación de su primer número fueron: “Tal vez usted no lo perciba, pero esta publicación esta editada por un robot”.

No piense en R2-D2,en Wall-E o Robotina. Los robots que hacen trabajo editorial no tienen brazos, piernas ni ojos. Están incrustados en una computadora de capacidad apenas superior a la que usa un diseñador. Máquinas como ésa se utilizan para dar vida y prestigio a sitios como Flipboard, que produce diseño gráfico bastante aceptable a partir de algoritmos.

Los robots no pertenecen al futuro. Están en una dimensión del presente que acabará con aquellos que nieguen su existencia, advirtió en Miami, Rosental Alves, periodista brasileño, catedrático de la Universidad de Agustín y gurú de la transformación de los medios.

Los robots están en los medios de comunicación mexicanos, aunque no los noten los lectores (y algunas veces, los editores). Las grandes productoras mundiales de información los utilizan para redactar reportes de mercados financieros, actualización del estado del clima y narraciones muy básicas de competencias deportivas. En promedio, un robot tarda dos minutos en redactar un artículo de 400 palabras. Sus textos no son tan buenos como los que escribe un buen periodista, pero son mejores que las obras de un periodista mediocre.

La aparición de los robots en medios de comunicación es parte de un proceso que toca a varias industrias y servicios. Hay robots que ayudan a las tareas domésticas, asistentes en operaciones quirúrgicas y del tipo industrial. Han bajado de precio y eso los vuelve accesibles. Por menos de 20,000 dólares se puede conseguir alguno que realizará tareas repetitivas y de alta precisión. Ellos van ganando terreno y sembrando dudas: ¿que tareas quedarán para los humanos?, ¿cómo saben que esta Caja fuerte no fue escrita por un robot?