Elecciones 2024
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Nada bastó: abandonar el PRD, dar a Morena la mayoría calificada en la Cámara de Diputados y, así, un poder cuasi absoluto al presidente; romper con antiguos aliados… Al final, Héctor Serrano deja de hacer política y vivir en la CDMX. Se va a San Luis Potosí.

La gota que derramó la copa fue que, en el Palacio del Ayuntamiento, vieran “su mano” en la protesta de feministas que manchó con diamantina al jefe de la policía y vandalizó en la PGJ.
El mensajero de las suspicacias fue un diario, al cual Serrano aclaró por escrito que “me deslindo de cualquier tipo de participación en este y cualquier acto que, como consecuencia de la vida social, se lleve a cabo en esta ciudad”.
Como sea, las circunstancias lo orillan. Se marcha a operar el proyecto político de su compañero de bancada Ricardo Gallardo en San Luis Potosí. Un proyecto que, no juguemos con las palabras, seguramente incluye las elecciones de 2021: a hacer lo que sabe… si tiene un entorno favorable.
Porque, aquí, al renunciar al PRD, perdió casi toda su base política y social. En movimiento de masas, Serrano quedó como lo que, en la política estadounidense, llaman un lame duck: sin capacidad para armar actos como el del martes.
En cambio, en los pasillos de San Lázaro se convirtió en un puntal del presidente: su adhesión (y la de 10 perredistas que jaló) dio a la 4T los votos necesarios para aplastar a la oposición en San Lázaro, desde el Presupuesto 2019 hasta la Ley Taibo o la Guardia Nacional.
También en otras iniciativas que robustecieron al gobierno con un poder hegemónico sin precedentes en las dos últimas décadas en el país, sin oposición y manos libres para legislar casi todo lo que necesite para realizar la transformación de régimen que preconiza.
Veamos:
—Ley de Extinción de Dominio, que permite al presidente “disponer de forma anticipada” de bienes incautados y sin esperar veredicto judicial, a quienes sean acusados de encubrimiento, extorsión, huachicoleo o crimen organizado.
—Reforma al artículo 19 de la Constitución, que permitió al gobierno ampliar el catálogo de delitos que ameritan prisión preventiva oficiosa, como la corrupción, que es la palabra que más ha pronunciado el presidente en sus conferencias mañaneras diarias: mil 647 veces.
Y, ahora, se marcha a San Luis Potosí. Sí. Serrano en San Luis Potosí, donde seguro se convertirá en factor para apuntalar el futuro de Gallardo. Posee el oficio, y lo ha hecho a lo largo de su trayectoria. La política, lo sabe él, nunca se abandona, porque se trae en la piel y marca un destino.
Habrá que estar pendientes…
De esta nueva etapa que inicia