La haute cuisine (alta cocina) se compone de platillos verdaderamente excepcionales. Por eso, en plena rebatiña político-electoral, donde lo más común es presenciar agarrones de “todos contra todos”, siempre se agradecerá una buena receta cocinada a fuego amigo. Así que saquen papel y lápiz porque vamos a aprender a preparar cangrejos blanquiazules a la roquefort. INGREDIENTES: – Cangregos, … Continued
La haute cuisine (alta cocina) se compone de platillos verdaderamente excepcionales. Por eso, en plena rebatiña político-electoral, donde lo más común es presenciar agarrones de “todos contra todos”, siempre se agradecerá una buena receta cocinada a fuego amigo. Así que saquen papel y lápiz porque vamos a aprender a preparar cangrejos blanquiazules a la roquefort.
INGREDIENTES:
– Cangregos, muchos cangrejos, de agua turbia… algo así como 400 mil, números más-números menos
– 1 cangrejo bigotón con complejo de superioridad que se sienta langostino
– 1 cangrejo joven e incrédulo
– 1 cangreja venida a menos
– Limones… de los más agríos
– Sal de ajo (puede ser de ajo…robarse o ajo…derse)
– Un cazo profundo, muy profundo
PARA LA SALSA ROQUEFORT
– Kilos y kilos de queso azul (del más apestoso que encuentre)
– 1 taza de mantequilla (para que resbalen las críticas)
– 4 tazas de vino blanco (procedente de los viñedos de Puerto Vallarta y de la cava de Alberto Villarreal)
– 4 cucharadas de pimienta negra, pero negra en serio (del especiero de Jorge Romero)
– 2 tazas de crema de (mala) leche (de los establos de Javier Lozano)
– 3 cucharadas de perejil bien picado (alguien se puede mochar con un poco, para no ir a comprar a la recaudería)
PREPARACIÓN:
Mezcle amañadamente todos los cangrejos en un cazo lo suficientemente profundo para que se formen dos bandos y también para que cuando uno quiera salirse del recipiente cualquiera de los demás lo jale de regreso al fondo y se quede ahí, hundido, junto a todos los demás. Para darle sabor al platillo ponga (aparentemente) hasta arriba al cangrejo bigotón/langostino, al cangrejo joven incrédulo y a la cangreja venida a menos para que ésta se la crea de que es importante en la receta. Ponga muchísimo jugo de limon sobre todos los cangrejos para que unos a otros se hagan cara de fuchi y con la sal de ajo (esparcida generosamente) provealos de un saborcito más o menos picoso para que unos con otros anden bien enchilados.
La salsa de queso (blanqui)azul se debe preparar mezclando anárquicamente todos los ingredientes, obviamente para que amarre la debe sazonar con muchos escándalos y diferencias. A la hora de servir los cangrejos y ponerles la salsita azul deje que cada quien se sirva por su lado y que coman todo lo que quieran hasta atragantarse, al fin que por la indigestion ya todos los comensales tienen asegurado su lugar en el hospital 7 de Junio.
¡Buen provecho!
* Receta cortesía del (des)prestigiado chef internacional Gustaf Maderié