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Las nóminas no agrícolas agregaron 255,000 nuevos puestos de trabajo,se esperaban 180,000 nuevas plazas.

Los datos del empleo en Estados Unidos estuvieron alterados durante mayo y junio. Sin embargo, problemas mundiales del tamaño del Brexit aligeraron el peso de este indicador en las expectativas sobre lo que haría la Reserva Federal (Fed) con su política monetaria.

De acuerdo con los datos revisados del quinto mes del año, en aquel país sólo se crearon 11,000 empleos, cuando la expectativa superaba los 160,000. Lo que parecía un derrumbe económico brutal encontró una explicación, que compró el mercado, en una huelga en la empresa de comunicaciones Verizon.

Para junio, con ese conflicto laboral resuelto, se sumaron esos empleos a la contabilidad de las nóminas no agrícolas. El dato revisado del sexto mes del año marca la creación de 292,000 puestos de trabajo.

Pero así como se habían perdido en el papel los trabajos por la huelga, así se ganaron al mes siguiente. Un impacto meramente estadístico.

Claro que no todos esos casi 300,000 empleos generados son de Verizon, sí había en junio un claro dinamismo recuperado del mercado laboral.

Ya con ese efecto descontado, el mercado conoció con más libertad el dato de creación de empleos de julio pasado y otra vez la economía fue más dinámica que las expectativas.

Las nóminas no agrícolas agregaron 255,000 nuevos puestos de trabajo, por arriba de la expectativa -que era, de hecho, optimista- de 180,000 plazas nuevas.

Resulta interesante ver que a pesar de la creación tan dinámica de empleos, la tasa de desocupación se mantuvo en 4.9%, lo que implica que hay personas que están en el mercado buscando trabajo porque tienen la expectativa de encontrarlo.

El verano tiene mucho que ver con la alta tasa de creación de empleos y con la presencia de más ciudadanos demandando una actividad remunerada en estos tiempos.

Para las expectativas de impacto de este buen dato económico en la política monetaria está la buena noticia de que falta algún tiempo antes de la siguiente reunión de toma de decisiones de la Fed.

De hecho, antes de la reunión de septiembre conoceremos un dato más de creación de empleos correspondiente a este mes de agosto. Pero también es un hecho que los banqueros centrales de Estados Unidos han abierto más su baraja para determinar cualquier movimiento del costo del dinero.

Los datos al cierre del segundo trimestre del año no estarían en línea con un incremento cercano de las tasas de interés.

En esta ocasión, el dato de empleo ayuda al ánimo de los que veían un claro divorcio entre los máximos históricos bursátiles recientes y una economía que pintaba con tener un camino de baja.

Con indicadores del mes de julio mejorando, habría un sustento más real para las sostenidas ganancias que han tenido los mercados allá en Nueva York.

Así que los datos de empleo de julio cayeron bien, a diferencia del temor que suelen causar por lo que puedan provocar entre los que toman decisiones de política monetaria en Estados Unidos.