Minuto a Minuto

Internacional “Hay una gran sorpresa que va a estremecer al continente”, asegura canciller de Panamá tras visita de Edmundo González
El Gobierno de Panamá ha mostrado su apoyo a González Urrutia y a María Corina Machado tras las elecciones del pasado 28 de julio en Venezuela
Nacional Renuncia integrante del comité de evaluación del Congreso de la CDMX
Julián Güitrón Fuentevilla deseó éxito a los legisladores del Congreso capitalino en sus actividades
Internacional El Supremo de EE.UU. rechaza paralizar la sentencia de mañana en caso penal contra Trump
La sentencia de Trump marcará la primera vez que un presidente condenado por un delito grave asuma nuevamente la presidencia de la nación
Internacional Colombia dice que es posible un “cierre programado” de frontera por investidura venezolana
La información de Migración Colombia contradice al gobernador venezolano Freddy Bernal, quien afirmó que la frontera permanecerá abierta
Deportes La Selección Mexicana enfrentara a River Plate el 21 de enero en Buenos Aires
El día 16 la selección disputará un duelo de preparación ante el Inter de Porto Alegre en el Estadio Beira-Rio de Porto Alegre, Brasil

Me recuerda un conocedor de los intríngulis de la reforma política del 96 que la primera reacción del PAN y del PRD al saber cuánto dinero público les tocaría para las elecciones del 97 fue escandalizarse.

El PAN llevaba medio siglo y el cardenismo una década sobreviviendo y compitiendo con mucho menos.

La cifra que se les ofrecía ahora, exorbitante, era resultado de una confesión implícita del viejo régimen: un reconocimiento parcial del mucho dinero que el gobierno siempre le había dado al PRI.

¿Por qué una confesión implícita? Porque la cantidad de dinero que recibirían los partidos con la nueva reforma había sido calculada según los montos que el PRI juzgaba necesarios para pagar sus contiendas electorales, y ganarlas.

La norma del cálculo fue: cuánto había recibido bajo cuerda el PRI durante sus últimos tiempos de hegemonía como partido de Estado.

El PRI pidió una cantidad igual a la que había gastado en la campaña presidencial de 1994. A partir de esa cifra oculta, desde luego enorme, se fijó el reparto proporcional para los demás contendientes.

El resultado del reparto para los partidos mayores fue como sigue:

PAN            259 millones 956 mil

PRI             437 millones 011 mil

PRD           194 millones 531 mil

Se entiende que las cifras parecieran enormes a partidos que habían presentado gastos considerablemente menores para el año de 1996.

El PAN declaró haber gastado ese  año 24 millones 572 mil pesos: iba a recibir más de 259 millones para el año siguiente.

El PRD acreditó gastos por 9 millones 215 pesos durante 1996: iba a recibir más de 194 millones para el 97.

Las cifras escandalizaron al PAN al punto de que devolvió el primer cheque de sus nuevas prerrogativas. El PRD dijo que utilizaría ese dinero para comprar libros y repartirlos entre la población.

No hay noticia de que el PAN devolviera el segundo cheque ni de que el PRD creara un sistema de compra y regalo de libros.

——————–

Las cifras  otorgadas a todos los partidos pueden encontrarse en la página electrónica del INE http://www.ine.mx/archivos3/portal/historico/contenido/Acuerdos_del_Consejo_sobre_financiamiento/