Elecciones 2024
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Con el PAN o por el PAN, Juan Antonio Martín del Campo busca la candidatura a la gubernatura de Aguascalientes. Hace seis años, desde la alcaldía de la capital hidrocálida, intentó quedarse con la nominación, pero entonces estaba mejor posicionado Martín Orozco Sandoval.

El partido blanquiazul ya había gobernado esa entidad del Bajío, donde el bipartidismo se ha extendido por dos décadas. Orozco Sandoval venció a la priista Lorena Martínez en la contienda constitucional y a la presidencia de Aguascalientes capital llegó Tere Jiménez, quien sigue la misma ruta de sus predecesores y desde esa posición construyó su propuesta para el 2021, aunque confrontada con el gobernador.

La definición de la candidatura panista en Aguascalientes entró a la etapa decisiva, hace tres semanas, cuando los consejeros estatales —en sesión extraordinaria— acordaron que el método de selección fuera la designación directa. La facción identificada con el gobernador, que perdió la votación, pugnaba una elección interna.

El 24 de noviembre, la Comisión Permanente del Consejo Nacional analizó el caso y recomendó que se recurriera al “uso de instrumentos de medición, o de ser necesario, incluso el desarrollo de procesos indicativos (sic). La intervención de esa instancia partidista buscaba una “urgente resolución”, ante el agotamiento de los plazos legales. Y es que, según lo dispuesto por el Instituto Electoral de Aguascalientes, los partidos políticos debían dar aviso del método que aplicarían para seleccionar a sus candidatos a más tardar el 26 de noviembre.

En la víspera, el CEN panista ratificó a Francisco Javier Luévano como presidente del Comité Directivo estatal, quien notificó a la autoridad electoral del método de selección, el viernes 26, y cinco días después encabezó a la delegación del panismo hidrocálido que se presentó en la sede nacional del partido para concretar un acuerdo político entre los aspirantes a la nominación.

Fue el último intento —de acuerdo con testigos de las negociaciones— de una conciliación imposible. De un madruguete fallido. La reunión del 1 de diciembre estaba convocada para que la diputada federal y el senador conocieran al mismo tiempo los resultados de la encuesta “indicativa”, encargada por el CEN a tres casas encuestadoras, cuya identidad quedó bajo reserva. Las partes, trascendió, encargarían mediciones espejo.

La noche de ese miércoles estuvieron en la sede partidista Jiménez, Martín del Campo y Luévano, además de una comisión de notables del panismo hidrocálido —que había fungido como facilitadora de los acuerdos— y los representantes de las casas encuestadoras. Dos de los presentes confirmaron el reporte que aquí se reproduce, a condición de no ser identificados.

Las negociaciones nuevamente terminaron en ruptura —describieron—: los aspirantes intercambiaron acusaciones sobre supuestas injerencias en el levantamiento de las encuestas, ocurrido el último fin de semana de noviembre. La exalcaldesa le reclamó a su oponente por unas push polls en las secciones donde se levantaron los cuestionarios.

Uno de los encuestadores reprodujo la grabación de una llamada de un presunto operador del senador que propuso una reunión para “llegar a un arreglo”. Pero con información que le proporcionó Raúl Alonso, dirigente del Consejo Coordinador Empresarial en Aguascalientes, el legislador hidrocálido aseguró estar al frente de las preferencias y exigió ser reconocido como candidato único.

“En la mesa quedaron dos sobres cerrados, con los resultados de las mediciones. No se hicieron públicos sus resultados”, confirman las fuentes. Terminada la reunión, sin acuerdos, Martín del Campo subió un mensaje a sus redes sociales que casi de inmediato fue desautorizado por Luévano, quien informó que apenas serían analizados los resultados. “No hay condiciones para que alguien se alce como supuesto ganador”, reviró.

El viernes 3, el dirigente estatal descalificó las encuestas y anticipó una resolución definitiva sobre el método de selección del abanderado. Ayer 5 de diciembre, el presidente nacional del PAN, Marko Cortés, estuvo en Aguascalientes como invitado especial en la reunión nacional de Acción Juvenil, donde escuchó reclamos por la parcialidad de la directiva nacional en el proceso de selección.

En respuesta, Cortés insistió en que el candidato no será definido por las encuestas, en una definición que presagia una tormenta. El equipo de Tere Jiménez tiene claro que no habrá acuerdo con Martín del Campo y en el entorno del legislador creen que después de estas dos semanas se les ha escapado la candidatura del PAN. ¿Y qué dirá el gobernador Orozco?