Tales censuras a las casas demoscópicas presuntamente aliadas a Sheinbaum ya habían sido expresadas públicamente por Adán Augusto López Hernández
Aquellos abogados y representantes de artistas que acercaron a Claudia Sheinbaum con Grupo Firme y el Escorpión Dorado, deben pasar a segundo plano. La etapa de posicionamiento concluyó antes de lo esperado y también, la burbuja que la protegía, de resbalones y exabruptos.
“Presta (sic) para la encuesta”, la exjefa de gobierno capitalino inicia su recorrido nacional bajo presión y con problemas de imagen, acrecentados por el video de su regaño al gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, y un discurso de despedida sin sustancia.
De mecha corta y sin una oratoria arrebatadora, Claudia, pero llenará plazas. Y presumirá su cercanía al presidente López Obrador. Tal vez no pueda ganar en experiencia o capacidad, pero insistirá en su diferenciador, del resto: es una “científica social” comprometida, honesta y de resultados.
La tarea de llevar a la primera mujer a la Presidencia de México, empero, es un reto mayúsculo. El bloque de comunicadores que unió esfuerzos en el 2018 para vencer a los candidatos del PAN y del PRI ahora ha tomado posiciones en bandos distintos…
Hace seis años, Heurística y NDMX comenzaban a dominar la escena de la comunicación política en el Occidente del país tras de que sus fundadores —los hermanos Iván y David Silva Yamone— dejaran Eu Zen, en el 2012. Su trabajo para Enrique Alfaro fue la carta de presentación que los introdujo a Morena, de la mano de Jesús Ramírez Cuevas. Esa campaña ganadora involucró a otros estrategas, entre ellos Carlos Salces y Epigmenio Ibarra. Y también hubo ayudas foráneas, de los politólogos españoles Juan Carlos Monedero y Alfredo Serrano, quienes asesoraron a los presidentes Evo Morales, de Bolivia, y Rafael Correa, de Ecuador.
La escisión de ese grupo fue orgánica. Ahora, con los ebraristas en pie de guerra, hay poco espacio para el fair play. Los primeros escarceos ya se dieron contra un bloque de casas encuestadoras —en el que incluyeron Mendoza Blanco y Asociados, Enkoll, Parametría y Covarrubias y Asociados—, a las que responsabilizan de distorsionar información sobre la elección del Estado de México.
Tales censuras a las casas demoscópicas presuntamente aliadas a Sheinbaum ya habían sido expresadas públicamente por Adán Augusto López Hernández.
¿Los ebraristas, también contra los consultores consentidos de la 4T? En vísperas del registro de los aspirantes a la candidatura presidencial de Morena hubo señalamientos contra el periodista michoacano César Hernández Paredes, director de la firma Neurona Consulting, por su presunta participación en el war room de la exjefa del gobierno capitalino.
Hernández Paredes, exsocio de Epigmenio Ibarra, colaboró en el equipo de comunicadores que trabajó para AMLO en las campañas del 2012 y el 2018. En la próxima contienda presidencial, los consultores de la 4T van a una confrontación que —a juzgar por los primeros escarceos— será una batalla campal.
César H se distanció de Ibarra y de Iván Silva Yamone, quienes junto con el vocero presidencial, Jesús Ramírez Cuevas, han diseñado la comunicación política de Sheinbaum. A ese equipo también aportan Federico Arreola y Hugo Scherer.
El director fundador de Revolución 3.0 ahora está en el war room del exsecretario de Gobernación, donde el exgobernador de Michoacán, Leonel Godoy Rangel y el político colimense César Yáñez Centeno-Cabrera, exvocero de AMLO, llevan la voz cantante.
En una primera etapa, los esfuerzos para posicionar al exgobernador de Tabasco en la carrera presidencial fueron coordinados por el empresario hidrocálido Arturo Ávila y la diputada federal Andrea Chávez, efímera vocera del CEN morenista. Una estrategia digital, sobre todo, basada en la dispersión de mensajes a través de influencers y portadas de semanarios que se promueven en carteleras con la imagen del “político más cercano al presidente”.