El infarto queda muy lejos de estas muertes, cercanas más bien a la causa del fracaso del gobierno
El fin de semana pasado hubo en México 219 asesinatos. Desde el 1 de diciembre de 2018 van 177 mil 942, un promedio de 2 mil 400 por mes.
Si siguen esos promedios, López Obrador terminará su sexenio con 190 mil homicidios, 70 mil más que los del gobierno de Felipe Calderón, a quien el actual presidente sigue culpando de sus propias cifras.
Si un presidente no puede corregir los problemas que hereda, ¿para qué sirve? Pero si no puede corregir los problemas del presidente anterior, sirve de nada.
Antier, en la mañanera, el periodista Jorge Ramos puso al presidente, una vez más, contra la evidencia de su fracaso en la contención de homicidios.
Lejos de resolver el problema que heredó, López Obrador entregará decenas de miles de homicidios más que sus antecesores.
El presidente tuvo la simpleza de decir que si se sigue con su política de abrazos no balazos, atacando las causas del reclutamiento criminal de jóvenes, el problema se resolverá.
190 mil muertos después.
El presidente tuvo otra respuesta penosa. Fue recordar que el número mayor de muertes en México se debe a los infartos, no a los balazos.
Cierto.
En los primeros seis meses de 2023 hubo 91 mil fallecimientos por infarto, primera causa de muerte nacional, y 15 mil por homicidio, octava causa.
Pero eso fue entre la población general.
Cuando se baja a la causa de muerte de los hombres jóvenes del país, aparece la tragedia desnuda.
Entre hombres de 25 a 34 años, la primera causa de muerte es el homicidio. Entre hombres de 35 y 44 años, también. Entre jóvenes de 15 a 24 años, el homicidio es la segunda causa de muerte.
Conforme avanza la matachina, México va perdiendo por homicidio una franja irrecuperable de su población masculina joven.
El infarto queda muy lejos de estas muertes, cercanas más bien a la causa del fracaso del gobierno.
Las cifras que cito vienen de la columna de ayer de Joaquín López-Dóriga en MILENIO y de la de Juan Pablo Becerra-Acosta (El Universal, 27/1/24), quienes a su vez toman sus datos de fuentes oficiales.