Elecciones 2024
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La suerte del presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro, Abraham Vela Dib, quedó escrita a finales del 2020. Su pertenencia a un equipo ya expulsado de Palacio Nacional, pero sobre todo, por su postura divergente al “control de precios” impulsado por el Ejecutivo federal en su iniciativa de reforma.

Exfuncionario del Banco de México, experto en análisis macroeconómico y una sobresaliente labor docente, Vela Dib recibió la presidencia de ese organismo de manos de Carlos Ramírez y el primer día de la Cuarta Transformación comenzó sus tareas, que no incluyeron una revisión exhaustiva del pasado reciente.

Vela Dib, en la Consar, y Carlos Noriega Curtis en la Unidad de Seguros y Fianzas, se integraron al equipo de Carlos Urzúa y permanecieron en sus cargos al ascenso de Arturo Herrera.No importaron razones. En la definición de este tema toral, a la Cuarta Transformación le pareció incorrecta su postura. Noriega Curtis —quien antes de incorporarse al gobierno federal estuvo al frente de la AMAFORE— se fue, por una objeción de conciencia.

Vela Dib sigue en su cargo, pero su permanencia es mal vista en el primer círculo por su desapego a las directrices superiores. La autonomía de los órganos reguladores no gusta en Palacio Nacional. Y eso quedó patente en la primera conferencia mañanera. Las invectivas presidenciales sorprendieron a los aludidos. Por la tarde, a través de las redes sociales, el INAI y el IFT fijaron postura ante la sugerencia de su eliminación.

“El trabajo del Instituto debe ser reforzado e impulsado”, insistió el INAI a través de un comunicado (el periodo vacacional de sus comisionados concluye hasta el próximo viernes 8), “toda acción o injerencia por parte de cualquiera de los órganos del Estado para restar autonomía al organismo garante de los derechos de acceso a la información y de protección de datos personales, atentaría contra el origen social y democrático de la institución y los logros alcanzados a la fecha”.

Los organismos de la sociedad civil, empero, no salieron en su defensa. Tampoco del IFT, que en la víspera insistió en convertirse en un “regulador de quinta generación”, según las expresiones del comisionado Javier Juárez Mojica.

El pasado 29 de octubre, el Senado de la República nombró a Norma Julieta del Río Venegas y Adrián Alcalá Molina como comisionados del INAI, con lo que completó ese órgano autónomo. Pero dejó pendiente la designación de una comisionada del IFT —al cancelar el proceso de selección—, con lo que en caso de empate, el pleno depende del voto de calidad del presidente interino, Adolfo Cuevas. La última sesión de los comisionados del órgano regulador de la radiodifusión y las telecomunicaciones fue el pasado 9 de diciembre.

En Palacio Nacional preferirían abrogar a esas instancias, pero en Covián y en el recinto legislativo creen que una “paulatina colonización” corregirá su rumbo. En el caso del INE, Lorenzo Córdova Vianello entregará la presidencia del Consejo General hasta el 2023, mientras el pleno del IFT sólo podrá elegir a su presidente hasta que llegue la nueva comisionada.

Blanca Lilia Ibarra fue electa comisionada presidenta del INAI hace cuatro semanas, tras de que Óscar Guerra Ford retirara su candidatura. Los dos comisionados designados por la mayoría morenista a finales de octubre pactaron con la expresidenta del Instituto de Acceso a la Información de Puebla.

Sin el apoyo del coordinador de la Junta de Coordinación Política del Senado —refieren funcionarios de la Oficina presidencial—, Ibarra no habría conseguido los respaldos suficientes para encabezar el INAI. Y es que el súbito retiro de su candidatura —por el cambio de opinión de los comisionados entrantes— habría confirmado la información de que su unción no era bien vista por la 4T.

“Alcalá le dio la espalda, a pesar de que Guerra cabildeó a favor de su incorporación al INAI”, confirmó un comisionado enterado de las negociaciones ocurridas al seno del Sistema Nacional de Transparencia, “y también no influyó la ruptura de la triada que involucraba a la comisionada Del Río y a la expresidenta del Instituto en Veracruz, Yoli García, actualmente bajo proceso por malos manejos”.

Esas mismas fuentes señalan que en el Senado de la República apostaron por Ibarra, principalmente para acabar con el predominio de la “hermandad” —como denominan al grupo en el que estarían Guerra Ford; el expresidente, Francisco Javier Acuña; y Eugenio Monterrey Chepov— aunque la reacción de la nueva titular del INAI ante las críticas deja dudas, respecto de su supeditación a la 4T.

“En el INAI hubo mano negra. Se metió la televisora del Ajusco”, se quejó una comisionada que quedó en el bloque minoritario, “y tiraron línea desde la Junta de Coordinación Política, lo que demuestra que hay una lógica de obedecer acuerdos cupulares, más que poner temas al alcance de los ciudadanos”.

Twitter: @aguirre_alberto