Elecciones 2024
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¿A quién veremos mañana dirigiendo un primer mensaje a la nación como presidente? ¿Al Andrés Manuel López Obrador que ya vistió una banda presidencial en aquel episodio de la presidencia legítima, o al que recién vimos en un mensaje en redes sociales tratando de tranquilizar a los mercados tras una larga lista de pifias en la transición?

El programa de actividades de lo que han llamado el inicio de la Cuarta Transformación está diseñado para que en un solo día tengamos acceso a múltiples facetas del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Más allá del inédito buen comportamiento que se puede esperar de la izquierda en una ceremonia con el Poder Ejecutivo en el Palacio de San Lázaro. E incluso, más allá del estreno de las minorías panistas y quizá priistas como los pendencieros que lancen consignas, por ejemplo, ante la presencia del dictador Nicolás Maduro, lo intrigante será escuchar por primera vez al presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, Andrés Manuel López Obrador.

Es un hecho que no cambiará sus objetivos, pero puede cambiar sus métodos. Puede elegir mejor sus batallas y puede haber un ajuste ante las consecuencias de lo que provocó el gobierno electo durante la transición, por ejemplo, con el aeropuerto.

La estabilidad financiera es indispensable para todos, empezando para el gobierno que inicia si realmente quiere cumplir con su ambiciosa agenda.

Hoy esta estabilidad está en entredicho por la incertidumbre que se ha generado por el propio equipo entrante.

En algún momento del que el presidente López Obrador haga uso de la palabra a lo largo del día, y vaya que tendrá varias oportunidades, debería aprovechar la oportunidad para que ya desde el poder absoluto mande ese mensaje, hoy tan esperado, de verdadero compromiso con la certeza económica.

El calor que le contagia la plaza pública, con la presencia del pueblo bueno, seguramente le animará algunas alegorías retóricas que ojalá estén bien medidas en función de lo mucho que le conviene llevar una Presidencia que no polarice ni confronte.

Por lo pronto recibirá el país con dólares arriba de los 20 pesos, con los indicadores bursátiles en niveles que parecerían anticipar una recesión, con tasas de interés presionadas al alza y un temor global por la incertidumbre del rumbo que lleve el gobierno desde mañana, el día uno de los 2,192 días que durará su mandato.

En los mercados está descontado que éste será un gobierno con un estilo diferente, desde el enfoque de las políticas públicas hasta hacer de la Residencia Oficial de Los Pinos un museo. Pero con todos esos cambios radicales, hay la expectativa de que se entienda el valor de respetar la estabilidad macroeconómica y de no probar una mayor división social.

Por lo pronto, hoy acabará la jornada financiera con incertidumbre, con la expectativa de ver las operaciones del tipo de cambio en el mercado global durante el fin de semana y la apertura del resto de los mercados mexicanos la mañana del lunes.

Las primeras semanas de este gobierno serán frenéticas y de adaptación. Buscará seguramente que antes de la primera posada deje claramente sentado su catálogo de prioridades y decisiones, incluido el Paquete Económico del 2019.

Llegó la fecha, así que a esperar el cambio de gobierno y sus primeras pinceladas ya desde el pleno ejercicio del poder.