En distintos puntos de la Ciudad de México se encuentran varias placas y vestigios para recordar a sismos pasados que han causado estragos en la capital del país
Hace unos días se anunció que el gobierno de la Ciudad de México proyecta la construcción de un parque memorial para recordar a las víctimas del terremoto del 19 de septiembre de 2017.
Este memorial se localizará en el predio de Álvaro Obregón 286, el cual resultó destruido por el sismo de 7.1 grados dejando un saldo de al menos 49 muertos en el lugar, del cual también fueron rescatadas 28 personas con vida.
Pero en la Ciudad de México ya existen otros lugares en los cuales se recuerdan otros terremotos, como los de 1985, 1979 y 1957.
Plaza de la Solidaridad
En la Avenida Juárez, entre las calles de Doctor Mora y Balderas, se encuentra la Plaza de Solidaridad, la cual es un homenaje a la sociedad civil que se movilizó tras el terremoto del 19 de septiembre de 1985
En ese lugar, que hoy suele estar invadido por el ambulantaje y otro tipo de males, se encontraba el Hotel Regis, uno de los de mayor tradición hasta ese entonces en la Ciudad de México y que se vino abajo con el terremoto de 8.1 grados.
El hotel se complementaba con un famoso cabaret y un cine, el cual llegó a ser uno de los más grandes de la ciudad. Además, en esa misma cuadra, se encontraba una tienda de la cadena de mueblerías Salinas y Rocha, que también resultó dañada con el sismo.
La Plaza de la Solidaridad se inauguró en el primer aniversario de aquel sismo que devastó, principalmente, la zona centro de la Ciudad de México.
Un premio a la Latino
En 1957, en la Ciudad de México se vivió “el temblor del Ángel”, como le conocen muchos al sismo de 7.7 grados que afectó esa madrugada a la capital.
A la entrada de la Torre Latinoamericana se encuentra una placa para recordar el Premio al Mérito que otorgó la American Institute of Steel Construction a este rascacielos de 45 pisos “por su supervivencia al terremoto del 28 de julio de 1957”.
El reconocimiento, que está exhibido en el lobby de esta torre inaugurada en abril de 1956, la califica como “el edificio más alto que jamás haya sido expuesto a una enorme fuerza sísmica”.
La cabeza del ‘Ángel´
Precisamente este terremoto es recordado por muchos capitalinos como “el temblor del Ángel” debido a que provocó que la escultura original de la Victoria Alada que se encontraba arriba del Monumento a la Independencia se viniera abajo.
La imagen de la escultura rota sobre el suelo del Paseo de la Reforma causó gran impacto en la época, pero en unos meses fue repuesta por “el Ángel” que hasta hoy se encuentra en el lugar y que es el símbolo más importante de la Ciudad de México.
La cabeza deformada del “Ángel” original, que pesa unos 200 kilos, se exhibe a la entrada de la sede del Archivo Histórico de la Ciudad de México “Carlos Sigüenza y Góngora”.
El agradecimiento de la Ibero
Otro terremoto que mereció ser bautizado por los capitalinos fue “el temblor de la Ibero”, que se registró al amanecer del 14 de marzo de 1979 y que provocó el derrumbe del que entonces fuera el campus de la Universidad Iberoamericana, en la colonia Campestre Churubusco.
Tras el sismo de 7.6 grados, los estudiantes de la Ibero se vieron obligados a tomar clases en aulas temporales y en otras escuelas durante varios meses (o años), hasta que se mudaron al actual campus de Santa Fe, en 1988.
Precisamente a la entrada de la Ibero se recuerda este hecho, pero también hay recuerdos de él en otros lugares, como en la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica del Instituto Politécnico Nacional.
Ahí se encuentra una placa en la que la UIA agradece a este plantel del IPN haber recibido a sus alumnos para que tomaran clases entre marzo y mayo de 1979.
Así que la historia sísmica reciente de la Ciudad de México es recordada en distintos lugares para que sus habitantes tomen conciencia de cómo deben prevenir estos fenómenos naturales.
Por Carlos Tomasini @carlostomasini
Minuto a minuto
