A cinco minutos en coche de su vivienda en Paddock hay una tienda de armas. El dueño confirmó que vendió al menos un fusil al asesino
Stephen Paddock, el tirador de Las Vegas que masacró a 59 personas, vivía en un tranquilo pueblo de Nevada llamado Mesquite.
El poblado es un plácido lugar que concentra a cientos de jubilados y en el que parecía que no transcurre nada, sin embargo, esta pequeña localidad de Nevada incubó la peor matanza en la historia moderna de los Estados Unidos.
Al interior de la vivienda del tirador, las autoridades encontraron un arsenal que inquieta a cualquiera: 19 armas, miles de balas y varios kilos de un nitrato que se utiliza para fabricar explosivos.
Agentes del FBI desalojaron el lunes, tan solo horas después del tiroteo, varias calles de Mesquite. El vecino de la casa contigua del asesino no estaba conforme con la presencia de periodistas.
“Esto es propiedad privada. Ya he tenido suficiente. Si no van en una hora, llamaré a la policía”, reclama a la prensa congregada en el lugar.
La ciudad no es tan ajena a la masacre como se podría pensar.
A cinco minutos en coche de la vivienda de Paddock, hay una tienda de armas. El dueño confirmó que vendió al menos un fusil al asesino, el cual se desconoce si fue utilizado. La transacción fue legal y el vendedor alega que no había indicios que sugirieran que el cliente padecía de sus facultades mentales.
La tarde del martes Guns & Guitars estaba cerrada antes de lo normal. Al exterior había publicidad sobre un curso que ofrece “tácticas de defensa en hogares” y otro cartel sobre las normas, muy flexibles en Nevada, que permiten llevar armas en lugares públicos.
La tienda en su portal en línea ofrece reparación para guitarras y armas de fuego, así como artículos a la venta que van desde pistolas, rifles y escopetas hasta instrumentos musicales.
Al lado de local, Jeffrey Rothleutner, habitante de Mesquite de 50 años de edad, siente “vergüenza y dolor por la tragedia”. Sin embargo, no está a favor de una prohibición contra las armas de fuego.
“Si las quieren las van a conseguir igual. El control de armas no es la respuesta. Simplemente tenemos gente enferma”, sostiene el jubilado.
Hasta el momento, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha evitado hacer algún pronunciamiento sobre la prohibición de armas de fuego en el país.
Con información de El País