Minuto a Minuto

Nacional Explosión por pirotecnia deja dos muertos en Jalapa del Marqués, Oaxaca
Autoridades confirmaron dos muertos por una explosión en un domicilio donde se almacenaba pirotecnia en Jalapa del Marqués
Nacional Aseguran bienes ligados al exatleta olímpico Ryan James Wedding, vinculado con el Cártel de Sinaloa
Entre los bienes asegurados se encuentran 62 motocicletas de alta gama, dos vehículos, diversas obras de arte, dos medallas olímpicas, cartuchos, un cargador y documentación diversa
Nacional Morena impulsa iniciativa para despenalizar la muerte asistida
Una diputada de Morena impulsa una iniciativa para despenalizar la muerte asistida a personas mayores de 18 años
Entretenimiento Muere el productor y escritor argentino Jorge Lozano Soriano
El productor y escritor Jorge Lozano Soriano falleció en la madrugada de este 25 de diciembre a los 89 años de edad
Ciencia y Tecnología Expertos de UNAM “observan” mediante tomografía con IA cámaras magmáticas del Popocatépetl
Dos de las tres cámaras magmáticas que resguardan al volcán Popocatépetl fueron "observadas" por investigadores de la UNAM

Con este título de un cuento de Edmundo Valadés iniciamos hace catorce años en la revista Nexos una reflexión sobre la espiral de sangre que desde entonces baña al país, y por momentos lo destempla, como con el asesinato de los jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, sacrificados en el mismísimo recinto de su templo en Cerocahui, en la Tarahumara, mientras cumplían con el momento más alto de su ministerio: proteger al perseguido, interponer y perder sus vidas en defensa de otra vida.

Hablábamos hace catorce años sólo del crimen vinculado al narcotráfico, al que el gobierno federal le había declarado una guerra frontal, mal diseñada, cuya consecuencia no fue contener la violencia sino multiplicarla y desperdigarla.

Bajo el fuego gubernamental de entonces, los dos o tres cárteles grandes que peleaban por el control de rutas y plazas se fragmentaron en una gran diversidad de bandas, de las que Eduardo Guerrero llegó a contar 280. Estas bandas seguían unidas al negocio del narco pero empezaban a mostrar un rostro criminal cualitativamente distinto, porque su negocio principal empezaba a ser no el trasiego de drogas sino la exacción de sus comunidades.

El crimen organizado que padece México hoy es doble: el de las drogas y el de la exacción social de las bandas criminales. Quizá este último, en su diversidad, sea ya más importante que el primero, pues incluye derecho de piso y extorsión, secuestro, huachicol, trata de migrantes, tala clandestina, mercado de homicidios, apropiación de negocios, captura de territorios, desplazamiento de autoridades, usurpación de gobiernos.

Esta doble variedad criminal, la del narco y la de la exacción social, han prosperado bajo la inacción del actual gobierno.

Hay más homicidios y hay más exacción social. Florece el narcotráfico y florece la opresión criminal sobre negocios, regiones, ciudades, pueblos y gobiernos enteros.

El crimen organizado sigue estando en el narco, pero también está el de la captura de la sociedad por bandas locas y siniestros sicarios, cuya impunidad muestra, como en Cerocahui, cuánto creció en estos años ese otro crimen, inherente al tejido social, su parte podrida en expansión. La muerte tiene ahora doble permiso.